Aunque se han alzado voces en contra de esta conclusión, sobrepeso (IMC mayor de 25) y obesidad (IMC mayor de 30) se consideran factores de riesgo durante la gestación, e incluso influyen en la obesidad infantil que padecerán sus futuros hijos. Si quieres tener un hijo y te encuentras en esta situación, habla con tu médico y sigue el plan que él te indique para alcanzar tu objetivo (ser madre) con salud.

La fertilidad

La obesidad se relaciona con trastornos de la ovulación y alteraciones en la endocrinología reproductiva, no resultando extraño encontrar pacientes obesas que no ovulan, no tienen la menstruación o con una menstruación atípica, por lo que la tasa de infertilidad es mayor en estas pacientes. Si la infertilidad se asocia a la obesidad se deberá corregir la situación antes de intentar un embarazo.

El hecho de poder quedarse embarazada depende de varios factores hormonales que se ven alterados cuando la mujer es obesa o tiene sobrepeso. Lo mismo ocurre con la resistencia a la insulina, que reduce la fertilidad.

Estas situaciones se dan en las mujeres cuyo IMC es superior a 25 y empeora cuando se supera el 30, por lo que el primer problema se plantea a la hora de intentar quedarse embarazadas (ya sea por métodos naturales o recurriendo a la fertilización), que les resulta más difícil y largo que a quienes mantienen su peso en límites más bajos.

Problemas durante el embarazo

En cualquier mujer, la gestación supone una revolución hormonal que le afecta a todos los niveles. Si además tiene sobrepeso u obesidad (que ya implica alteración del metabolismo de glúcidos y lípidos), el embarazo aumenta el riesgo de sufrir diabetes gestacional y preeclampsia.

La diabetes gestacional se debe a que la mujer embarazada tiene problemas para regular sus niveles de azúcar en sangre.

La preeclampsia se caracteriza por el aumento de la presión arterial que debe ser controlada porque puede derivar en una patología más grave. Atención si sufres dolores de cabeza, hinchazón de manos y cara, problemas visuales, dolor abdominal o un aumento rápido de peso.

Los demás problemas asociados al embarazo, también se ven incrementados en las mujeres con sobrepeso: fatiga, dolor de espalda, calambres, náuseas, etc.

Problemas en el parto

El exceso de peso provoca que la mayoría de las veces el parto deba ser por cesárea en lugar del natural para evitar riesgos a la madre y al bebé. Además, la recuperación es más compleja, pues aumenta el riesgo de padecer infecciones, hemorragias, tromboflebitis, etc.

Problemas en el recién nacido

Suele nacer con un tamaño y peso superior a la media, sobre todo si al sobrepeso materno se une la diabetes gestacional. Además, son más frecuentes los defectos congénitos: espina bífida, anomalías cardíacas, hidrocefalia, etc. Otro rasgo significativo es que son más frecuentes los bebés prematuros y que suelen ser niños obesos.

Prepárate para el embarazo

Si deseas tener un hijo y estás “gordita” debes plantearte perder peso de manera saludable, permanente y duradera antes de quedarte embarazada.

Todos los especialistas coinciden en que no es adecuado hacer dieta durante la gestación y que todas las mujeres deben evitar ganar demasiados quilos. Es fundamental seguir una alimentación equilibrada y realizar el ejercicio adaptado a su situación personal.

No te desanimes ni te obsesiones. Consulta tus dudas al médico y sigue sus indicaciones.

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