La vida que actualmente tenemos es, muchas veces, demasiado rápida. Intentamos abarcar tantas cosas que en ocasiones no podemos con todo. Pasan los días y las semanas sin darnos cuenta de lo que nos rodea. Somos espectadores de una vida que parece que la está disfrutando otra persona. Y eso nos crea estrés e insatisfacción.

Nos sentimos mal con nosotros mismos porque en el fondo de nuestro ser sabemos que hay cosas que no van bien. La frustración y la angustia se van acumulando, como posos silenciosos, en nuestro interior. Nos encontramos con un peso que no nos permite avanzar ligeros y libres, disfrutando de cada paso o decisión que tomamos. En cambio, sólo encontramos miedo, incertidumbre, envidia, etc. Y como son sentimientos constantes en nuestra vida, identificamos nuestro Ser con todos ellos. Y no hay nada peor para nuestro bienestar que eso mismo.

Aprendemos poco a poco a infravalorarnos y a pensar que no somos dignos de las cosas buenas que suceden a nuestro alrededor. Siempre tenemos una mejor opinión de las personas que están cerca de nosotros, que de nosotros mismos. Incluso, si algo no sale bien en nuestra vida, nos torturamos con pensamientos como: no estabas a la altura; cómo pretendías igualarte con él o ella; el éxito no es para ti…

Ahora imagina que tu hijo, sobrino, nieto…te preguntase cómo debería tratarse a sí mismo en su vida. Si debería sentirse bien consigo mismo, queriéndose y valorándose, o si por el contrario, tendría que sentirse mal, no quererse ni respetarse, y pensar que es un perdedor. La respuesta es clara, ¿verdad? Lo único, que nos resulta más fácil cuando se trata de los demás, y no de uno mismo.

Entiende que no existe en este mundo nada más importante para ti que tú mismo. Es imposible que puedas querer sinceramente a nadie si tú no te quieres realmente. Y éste no es un sentimiento de egoísmo, al contrario, es una manera de poder querer más y mejor a todos y todo lo que te rodea.

Eres un Ser maravilloso que se merece ser feliz. Eres un Ser tan perfecto que puedes conseguir todo aquello que realmente desees. Eres un Ser tan especial que eres digno de todo el amor que hay a tu alrededor.

Estas afirmaciones no son meras frases para subir el ánimo, sino que son verdades que debes introducir en tu vida día a día. Es la forma de aprender a quererse y valorarse. No nos podemos permitir pensamientos de negatividad hacia nosotros mismos. Al contrario, debemos regalarnos cada día pensamientos como los anteriores.

Tu verdadero Ser es igual que un niño pequeño al que tienes que cuidar y respetar. Protégelo y ayúdale a hacerse cada vez más grande y poderoso. Regálale tus mejores pensamientos y ánimos. Encontrarás, de esa manera, una felicidad mas plena y verdadera.