Aunque resulta perjudicial para la salud, y ha sido denostada por la Academia de Nutrición y Dietética porque genera muchos más problemas que beneficios, no se considera una dieta milagro, sino una dieta del origen. Consiste en alimentarse como lo hacían los hombres primitivos (de ahí su nombre en referencia al Paleolítico) y que muchos deportistas siguen para mantener su cuerpo impecable y una musculación perfecta.

Considera que nuestros antepasados no padecían enfermedades coronarias, eran esbeltos y delgados, etc., pero omite que su esperanza de vida era muy baja y que no paraban de moverse o que los alimentos que consumían eran completamente naturales y de temporada.

Esta dieta recomienda el consumo único de alimentos del paleolítico:

No tomar lácteos, legumbres, cereales ni alimentos procesados y basarse en carne roja magra, vísceras, pescado y marisco (en cantidad) y frutas y verduras frescas

Excluir: sal, azúcar y aceites refinados.

Evitar: cacahuetes, guisantes, soja y derivados, levaduras, encurtidos, vinagre y fermentados.

Cambiar: sal por pimienta, limón, ajo, comino o clavo; el vinagre por zumo de limón y la mantequilla, margarina y grasa por aceite de oliva.

Usar como endulzante la miel y eliminar el azúcar refinado.

No beber alcohol porque ellos no bebían.

Promete reducir el apetito, mejorar triglicéridos y colesterol, perder peso, mejorar el rendimiento deportivo, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, cálculos renales, osteoporosis, asma, celiaquismo, problemas digestivos, etc.

Desventajas. Nutricionalmente es una dieta muy incompleta y desequilibrada, que genera problemas en el organismo si se mantiene en el tiempo. Podemos destacar que:

-Prohibir cereales y legumbres favorecerá el consumo excesivo de proteínas animales para cubrir las demandas energéticas del cuerpo. Las reservas musculares de energía (glucógeno muscular) se verán afectadas, pudiendo perjudicar el rendimiento deportivo y aumentar el riesgo de lesión.

-Es una dieta cara, porque favorece el consumo de alimentos costosos frente a los más económicos (pasta, cereales, etc.)

-El consumo de proteína es cuatro veces mayor de lo recomendable. Es una dieta hiperproteica que puede incrementar el riesgo de mortalidad a largo plazo. El riñón va a sufrir mucho con el exceso de proteínas, pudiendo desencadenarse una insuficiencia renal. Además, en el hígado se produce una sobrecarga intensa al tener que expulsar las sustancias de desecho, fundamentalmente compuestos nitrogenados que no pueden permanecer en el organismo.

-No hay estudios clínicos de nutrición que avalen sus propiedades; al contrario, los que hay la desaconsejan para toda la población, incluso los deportistas.

-Regular el equilibrio ácido-base es fundamental, pues contribuye a prevenir la osteoporosis, la disfunción renal, la formación de cálculos renales, etc., lo que con esta dieta se ve alterado.

-Aportar micronutrientes y oligoelementos es muy importante porque favorecen al sistema inmunitario.

-La falta de lácteos va a perjudicar a nuestros huesos, ya que el calcio es imprescindible para ellos. Debemos incluir en la dieta: leche y derivados, no sólo por su contenido en calcio, sino también porque son los que mejor se absorben. También son necesarias las legumbres: lentejas, habas, guisantes, soja, etc.

-Reducir la ingesta de carbohidratos, puede hacerla insuficiente para el funcionamiento del cerebro y del corazón. Además provoca alteraciones en la insulina, lo que puede generar problemas de diabetes y un mal control de la misma.

-El aumento de la ingestión de grasas por consumo excesivo de carne puede tener efectos negativos a nivel neurológico y cerebral. Se incrementa el riesgo de padecer obesidad, hipertensión, enfermedades coronarias y arteriosclerosis.

Más información en paleodieta.org