Un viaje de 33 días viviendo una ruta de ensueño es el camino que tomó esta pareja de soñadores incombustibles, Cortázar y su esposa Carol, y todo quedó grabado para beneplácito nuestro en su diario titulado Los autonautas de la cosmopista. Fafner "El dragón" fue su vehículo de transporte y la llave para emprender un largo recorrido que jamás olvidarían. ¿Quieres ver lo que ellos vieron?, ¿disfrutar del último viaje de sus vidas?   

El mítico libro que registró cada uno de sus movimientos fue publicado en 1983, aunque Dunlop jamás pudo verlo impreso. La primera anotación que consta es del 23 de mayo de 1982, y aunque Cortázar sí lo tuvo en sus manos, al poco tiempo también fallecería. Hace poco que se cumplió su centenario y hoy queremos hacer balance de aquella incursión que duró aproximadamente 774 kilómetros.

Tres etapas irrepetibles de París a Marsella

El primer tramo es de París a Lyon, algo más de 450 kilómetros. En el cementerio de Montparnasse descansan los restos de esta pareja de bohemios, así que no es mala idea que antes de iniciar tu viaje los visites, mostrando tu respeto, y de paso aproveches para pasear por los rincones más emblemáticos de París. A mitad de camino, date una vuelta turística por Auxerre y Avallon en la región de Borgoña, y finalmente cumple con tu propósito y descubre Lyon; la capital mundial de la seda y la alta cocina francesa.

En tu segunda etapa sigue el rumbo de Lyon a Saignon, con 276 kilómetros de recorrido donde descubrirás múltiples aldeas que conforman el litoral francés o La Provenza, así como sus majestuosos campos de lavanda. Mágicas, legendarias, quédate sin palabras al descubrir los pasajes que sirvieron de inspiración al impresionismo de Pisarro, o el postimpresionismo de Cézanne y Van Gogh.

El último tramo va de Saignon a Marsella y cuenta con tan solo 89 kilómetros. Una vez llegues a tu destino podrás disfrutar enormemente de las posibilidades de la ciudad portuaria, con sus barrios tradicionales, como Le Panier y Cours Julien, y sus tiendas artesanales y tabernas de siempre. También puedes hallar la tranquilidad y el descanso con sus playas y su clima de tipo mediterráneo, aunque el turismo no faltará con sus edificios históricos más característicos, tal quela Abadía de San Víctor de Marsella o el castillo de If.