Mirian Díaz
De casta le viene al galgo, y es que el trascurso del tiempo no ha podido con El Brillante ni su famoso bocadillo de calamares, y ahí continúa imbatible por su sabor, olor y firme tradición
España es una sociedad multicultural y precisamente la multiculturalidad se encuentra despierta en nuestra conciencia en forma de establecimientos o locales de comida internacional a los que solemos acudir con regularidad. Ya sean italianos, hindúes, mexicanos o argentinos, todos estos restaurantes despiertan nuestra curiosidad y también nuestro apetito universal al ...
España es una sociedad multicultural y precisamente la multiculturalidad se encuentra despierta en nuestra conciencia en forma de establecimientos o locales de comida internacional a los que solemos acudir con regularidad. Ya sean italianos, hindúes, mexicanos o argentinos, todos estos restaurantes despiertan nuestra curiosidad y también nuestro apetito universal al querer contemplar otras posibilidades fuera de nuestra dieta mediterránea que, por otro lado, es la mejor del mundo.
Las posibilidades culinarias de El Brillante
El Brillante es uno de los pocos restaurantes con historia que mantienen su esencia, y fue uno de los primeros locales en el que los madrileños pudieron probar la magnificencia de los bocatas de calamares, el plato, hoy por hoy, más castizo de la capital. Corría el año 1961, y en la actualidad aún continua enclaustrado en la misma zona, justo enfrente de la estación de Atocha, muy cerca del Retiro.
Esta receta tipical spanish basada en un bocadillo de calamares rebozados está integrada en la carta de los bares de mayor soleá de Madrid, pero El Brillante es uno de los más característicos y populares por su pan tierno y esponjoso y su materia prima de excepción, unos calamares fritos simplemente excepcionales que se deshacen en la boca. Además, sus bocadillos son majestuosos para que no pases ni una mijita de hambre.
Personalmente nunca me resisto a degustar esta receta diez con un poco de limón y una caña de cerveza muy, muy fría. Pero además, este local memorable con su elenco de camareros serviciales y decoración a la vieja usanza también nos ofrece la posibilidad de acompañarlo con otros platos típicos de la cocina española, como ensaladas, gambas a la plancha, albóndigas o un buen plato de jamón ibérico y queso curado.
Los churros con chocolate también forman parte de la flor y nata madrileña en lo que a desayunos se refiere. Degusta los desayunos más típicos de El Brillante, cualquier mañana de cualquier día de semana, y empezarás el día con las pilas cargadas aunque hayas salido de fiesta toda la noche y cuentes con una edad no apta para el ajetreo mundano.
Ahora también cuenta con una terracita para que puedas disfrutar de tu bocata en las maravillosas noches estivales, aunque si eres muy casero también te ofrece la posibilidad de pedir comida para llevar. Facilidad tras facilidad.
*Foto portada: barelbrillante.es
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