Mirian Díaz
Este verano olvídate de las dietas restrictivas y visita tu chiringuito favorito sin privarte en exceso y sin que las calorías se acumulen en tus caderas, muslos y trasero
Estas vacaciones disfruta de lo lindo sin sumar kilos extra. Tan sólo tendrás que seguir un decálogo muy práctico que te ayudará a no engordar. Pide mesa cada día en restaurantes o chiringuitos y sigue fehacientemente estos pequeños consejos. El secreto consiste en no pasar hambre e incluso darte algunos caprichos, ...
Estas vacaciones disfruta de lo lindo sin sumar kilos extra. Tan sólo tendrás que seguir un decálogo muy práctico que te ayudará a no engordar. Pide mesa cada día en restaurantes o chiringuitos y sigue fehacientemente estos pequeños consejos.
El secreto consiste en no pasar hambre e incluso darte algunos caprichos, pero teniendo en cuenta ciertas restricciones y sacrificios. Por ejemplo, relaja cuerpo y mente dándote largos paseos a la orilla del mar, mínimo 40 minutos, y de paso aumenta tu metabolismo basal, segregando endorfinas u hormonas de la felicidad.
Reglas básicas del viajero para no añadir kilos a la báscula
Cuando vayas a almorzar evita las tentaciones y muy educadamente pide al camarero que te retire de la mesa el pan, la mantequilla, las aceitunas y la sal. En su lugar elige pan integral y como condimento utiliza pimienta y limón.
Si te gusta la cerveza, recurre a la clara pues la gaseosa adicional no tiene azúcares, y si te gustan los zumos, evita los envasados y tómalos naturales a base de piña, melón o sandía. El tinto de verano también es una buena opción porque contiene menos calorías que otras bebidas refrescantes.
Lo importante es cambiar cada día de menú y tomar un solo plato provisto de varios alimentos. Como alternativas óptimas puedes elegir dos entrantes o dos platos intentando que uno de ellos contenga menos calorías que el otro. Come despacio, masticando bien los alimentos y disfrutando de su aroma y sabor, y sigue una rutina diaria, almorzando siempre a la misma hora.
De primero apuesta por los vegetales, un alimento bajo en calorías y rico en vitaminas, minerales y fibra. Evita en la medida de lo posible que estén guisados y sí cocidos, salteados o crudos. Si te conformas con una ensalada puedes aliñarla con aceite de oliva, vinagre, limón o mostaza. De segundo, ingiere alimentos ricos en proteínas y de bajo contenido en grasa, como pollo, pescado, marisco o pavo. Y de postre opta por frutas que faciliten la digestión como la sandía o el melón.
Tienes que intentar beber de dos a dos litros y medio de agua al día para estar hidratada y para ayudar a que tu cuerpo elimine las toxinas y grasas que le sobran. Si te cuesta demasiado esfuerzo, añade unas gotas de sabor con una rodaja de naranja, lima o limón, e incluso hojas de menta.
*Foto portada: @infurma en Twitter
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