Iván Martín
En ocasiones la actitud que proyectan los padres a sus hijos es perjudicial y tóxica para la infancia y su futuro.
Ser padres es, sin duda, una de las experiencias más maravillosas y complicadas que un ser humano puede realizar en su vida. Ser responsable de un hijo, su educación, experiencias y aprendizaje es un poder enorme, cuyas consecuencias repercutirán en la vida adulta de nuestro hijo. En teoría unos padres están ...
Ser padres es, sin duda, una de las experiencias más maravillosas y complicadas que un ser humano puede realizar en su vida. Ser responsable de un hijo, su educación, experiencias y aprendizaje es un poder enorme, cuyas consecuencias repercutirán en la vida adulta de nuestro hijo.
En teoría unos padres están para cuidar y amar a su hijo, ayudándole a crecer y a aprender de las vicisitudes de la vida. Por desgracia no existe el manual perfecto para ser padre, en ocasiones, muchos padres con su actitud se convierten en unas figuras tóxicas, amargas y difíciles.
Características de los padres tóxicos
Evitando, obviamente, el maltrato físico y la dejadez educacional, existe una categoría de padres tóxicos que proyectan el amor por sus hijos de forma tóxica e inconscientemente están haciendo daño a sus seres más queridos.
Es digno de mencionar que esta relación tóxica de padres e hijos se establece en la infancia pero se vuelve más dura y peligrosa en la edad adulta de los hijos.
A continuación vamos a enumerar una serie de características que definen una personalidad paternal tóxica:
1. Rigidez. Plasmar una rutina de convivencia basada en una continua dinámica rigidez emocional ( reglas, negativas, imposiciones), coloca a los padres en un rol impermeable y poco flexible.
2. Cero conflictos. Los padres tóxicos eliminan los conflictos de raíz, no se discute o se acota cualquier atisbo de discusión.
3. Censura. Cualquier tema que no parta de ellos o situaciones que vengan de fuera ( opiniones de parejas de hijos etc.) es duramente criticado, restándole todo valor.
4. Sobreprotección. La excesiva protección hacia los hijos es un arma muy potente para este tipo de padres; con el paso del tiempo convierten a sus hijos en personas inseguras, con grandes dosis de frustración.
5. Comparación. Hacer mal uso de la comparación para hablar, explicar o aconsejar a un hijo es muy perjudicial. El efecto de una crítica comparativa afecta directamente a la autoestima de los hijos, desequilibrando su amor propio.
Tener en cuenta estas cuestiones es vital para poder hacer una autocrítica honesta del rol paternal que estamos brindando a nuestros hijos. De cualquier manera errores se cometen en todas las facetas de la vida, lo importante es identificarlos y solucionarlos.
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