Son las cinco. ¿Nos tomamos un té con cupcakes?
Maribel Martínez
El tradicional 'afternoon tea' británico se renueva para convertirse en un auténtico placer para los sentidos
04/08/2014
Pocas cosas tan británicas como el té con pastas de las cinco de la tarde. Una tradición con varios siglos de historia a la hora de la merienda que no sólo se mantiene vigente sino que se actualiza con nuevos sabores y productos artesanales que tan en boga se han ...
Pocas cosas tan británicas como el té con pastas de las cinco de la tarde. Una tradición con varios siglos de historia a la hora de la merienda que no sólo se mantiene vigente sino que se actualiza con nuevos sabores y productos artesanales que tan en boga se han puesto en los últimos años. Del clásico té con leche, galletas y scones -panecillos redondos elaborados con harina de trigo, centeno o avena que se toman con mantequilla y mermelada- se ha pasado a ofrecer una gran variedad de productos y sabores que pueden sustituir o bien la comida o bien la cena, en función de la hora a la que se tome.
Es imprescindible una buena taza de té o, en su defecto, café, en el afternoon tea (el té de la tarde). Té en todas su variedades: negro, verde, rojo, blanco... Tanto puro como de sabores, de frutas, flores, especias... Sin olvidar los roiboos -una raíz de Sudáfrica bastante dulce que no contiene teína, la 'cafeína' del té- y las infusiones de frutas. Siempre servidas en tetera, para poder tomar más de una taza.
Para comer, se puede empezar con un bocado salado, como sandwiches al estilo inglés: pepino, huevo, jamón, salmón ahumado, mayonesa en pan de molde blanco o de cereales. Eso para ir abriendo boca. Luego viene la procesión de dulces, preferiblemente elaborados de forma artesanal el mismo día de su consumo. Los scones no pueden faltar, así como los cupcakes -esponjosas madalenas coronadas con cremas de queso o mantequilla de cualquier sabor imaginable-. Las cookies con pepitas de chocolate, los bizcochos con frutos secos, los brownies y los merengues son otros de los dulces que pueden acompañar la taza de té, en función de los gustos del consumidor.
Hoy en día, la presentación es casi tan importante como la calidad del producto, por lo que, junto a juegos de té perfectamente conjuntados, es bastante común que sirvan la comida en bandejas de varios pisos, dispuestos de forma ordenada y armónica, para que la hora del té se convierta, más que en un simple trámite alimentario, en una experiencia para todos los sentidos.
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