Carmen Reija
Hace frío. Empieza la época de la gripe, los resfriados, el dolor de garganta y todos esos problemas que se agudizan cuando bajan las temperaturas. Acude al médico para que te paute los medicamentos que necesitas para tratar el proceso infeccioso. Consúltale si puedes reforzar tus defensas aprovechando las ventajas de los aceites esenciales que la naturaleza nos brinda.
¿Por qué enfermamos? Se debe a la baja temperatura, ideal para que ciertos virus se multipliquen exponencialmente y para que nuestro sistema inmunitario esté bajo mínimos. Esta es la combinación perfecta para padecer catarro, gripe, bronquitis, etc. Sea cual sea el proceso que estés padeciendo, el tratamiento debe prescribirlo el ...
¿Por qué enfermamos? Se debe a la baja temperatura, ideal para que ciertos virus se multipliquen exponencialmente y para que nuestro sistema inmunitario esté bajo mínimos. Esta es la combinación perfecta para padecer catarro, gripe, bronquitis, etc. Sea cual sea el proceso que estés padeciendo, el tratamiento debe prescribirlo el médico, único capacitado para ello. No te cuestiones sus indicaciones porque seguro que acierta aunque te parezca que tardas demasiado tiempo.
Algunos señalan que los aceites esenciales pueden ayudarte. No son inocuos, por lo que no debes usarlos sin control, ya que pueden generar efectos secundarios indeseables. Si te intoxicas es recomendable tomar un vaso de aceite vegetal (oliva, girasol, etc.) y consultar al médico. En función del problema de que se trate, te proponemos:
-Resfriado, cursa con estornudos, mocos, dolor de garganta, etc. Se pueden hacer vahos con una gota de eucalipto y tres de menta durante diez minutos tres veces al día con los ojos cerrados (para que no piquen). También puedes recurrir a tomar una cucharada de miel con una gota de aceite de ravintsara diluido lentamente en la boca.
-Irritación de garganta, con dolor, picor, inflamación, etc. Un masaje con aceite de sándalo en las glándulas de los extremos del maxilar inferior o una cucharada de miel con una gota de aceite de tomillo que debe dejarse diluir en la boca, pueden resultar eficaces.
-Gripe, cuyos síntomas incluyen fiebre, dolor articular, tos, mocos, dolor de cabeza, etc. Puede ayudar el inhalar tres veces al día el vapor de una dilución de agua con diez gotas de aceite de pino, diez de eucalipto y otras diez de jengibre. También muy interesantes los efectos del palo de ho, el palo de rosa o la mejorana.
-Bronquitis, que cursa con inflamación bronquial y producción de exceso de mucosidad que impide respirar y que no paremos de toser. Pueden usarse aceite de eucalipto, melisa, jazmín o de incienso. Se añaden cuatro gotas al agua hirviendo y se respira el vapor.
-Sinusitis, caracterizada por el dolor de cabeza y cara y la sensación de ocupación de los senos, puede aliviarse utilizando aceites esenciales de árbol de té, mandravasarotra o mejorana.
-Herpes labial, debido a la aparición del virus del herpes que recidiva en momentos puntuales (frío, cansancio, estrés, bajada inmunológica, etc.) Se utiliza una gota de aceite esencial del árbol de té cuatro veces al día aplicado en la zona a tratar. También se puede usar preventivamente antes de que aparezca la vejiga.
No uses estos compuestos sin control del especialista ni los compres en centros sin garantía sanitaria. Mucho cuidado con lo que utilizas (y cómo lo haces) porque debe haber sido envasado y comercializado bajo las estrictas condiciones del Ministerio correspondiente.
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