Caída capilar ¿No consigues frenarla?

Pasamos por etapas que pueden provocar una pérdida excesiva de pelo. Además de la caída estacional nos enfentamos a partos, situaciones de estrés, infecciones, algunos medicamentos, anemia… Lo que en principio puede ser 'normal', si no se soluciona a tiempo puede convertirse en un problema grave.

25/11/2014

¿Notas que se te cae más de lo habitual? ¿Que no sale tanto cabello nuevo como pierdes? ¿Crees que ha disminuido su densidad? Lo primero, acudir al médico para descartar cualquier problema serio. Después, y si el médico no lo desaconseja, tomar medidas que ayuden al proceso de regeneración capilar, incentivándolo. Con ...

¿Notas que se te cae más de lo habitual? ¿Que no sale tanto cabello nuevo como pierdes? ¿Crees que ha disminuido su densidad? Lo primero, acudir al médico para descartar cualquier problema serio. Después, y si el médico no lo desaconseja, tomar medidas que ayuden al proceso de regeneración capilar, incentivándolo.

Con la edad, el cabello además de disminuir en número, se va haciendo más fino, con lo que la sensación de pérdida es mayor.  Así que una vez comprobado que todo está bien, desde el punto de vista de la salud, un complejo vitamínico nunca está de más. Porque aunque los niveles nos den normales en una analítica, eso sólo quiere decir que no estamos enfermos, pero es que la pérdida de pelo, así sin más, no es nada malo.

Las vitaminas y minerales ingeridas a través de la alimentación habitual, por buena que sea, se destinan en primer lugar al mantenimiento de órganos vitales, lo que queda para el pelo y la piel es mínimo. En situaciones de estrés, por ejemplo,  el pelo necesita una inyección de vitalidad que la dieta no cubre. Por no hablar de los alimentos que comemos, cada día más faltos de nutirientes por suelos empobrecidos, productos recogidos antes de tiempo y madurados en cámara, frutos con meses de distancia entre el árbol y nuestro plato, etc.
Una buena alimentación cubre las necesidades básicas pero una buena cabellera, con cuerpo, brillo y fuerza necesita un complemento nutricional al menos uno o dos meses al año.

 

Expert Keratina de Forté Pharma, rico en keratina bioactiva que, junto a la arginina y el cinc, actúa desde el interior para devolver al cabello toda su fuerza, volumen  y brillo. Mejora la salud del pelo actuando también contra el encrespamiento capilar. Se recomienda tomar un comprimido al día por la mañana, antes del desayuno durante un mes como mínimo para frenar la caída y estimular el crecimiento. Se vende en farmacias y parafarmacias. PVP: 24,95 €.

 

 

Inovance Cabello y uñas de Ysonut. A base de silicio, magnesio marino natural, gelatina de pescado, aceite de borraja (aporta los ácidos grasos esenciales que favorecen la fluidez de las membranas celulares y su integridad). Extracto de mijo (aporta los aminoácidos que contienen azufre, cinc), levadura de cerveza biológica, vitaminas del grupo B, C y E. PVP: 18 €.

 

 

 

Arkocapil Advance Forte de Arkopharma, un clásico de farmacias y parafarmacias que contribuye a la conservación y belleza del cabello. Entre sus ingredientes nos encontramos con el cobre, mineral esencial en la formación del pigmento (color) del cabello; hierro que transporta el oxígeno a los folículos del cabello, fundamentales para su crecimiento y vitalidad; y selenio, antioxidante que protege las células, incluidas las del cabello, de los radicales libres. PVP: 14,95 €.

 

Tratamiento para el cuero cabelludo de John Masters Organics. Además de un tratamiento interior, siempre conviene aportar un poco de ayuda desde el exterior, eso sí, directo al 'nacimiento del problema'. Con extractos del tomillo y árnica, que estimulan la circulación del cuero cabelludo, el cabello crece con más fuerza, más sano y con más volumen. Ayuda al crecimiento del cabello y elimina la grasa. Se puede comprar en el salón o en su tienda online, www.jmomadrid.com. PVP: 30 €.

 

 

Minerales al pelo, estos son los principales. Inclúyelos en tu dieta
    •    Azufre: carne roja, huevos y leguminosas, pollo, pato, frutos secos y semillas.
    •    Zinc: chocolate, cacao, cordero, ostras, cacahuetes, calabaza, mantequilla, hígado.
    •    Cobre: almendras, nueces, pasas, lentejas, habas, aguacates, cereales integrales.
    •    Hierro: hígado de pollo, patés, espinacas, arroz, brócoli, aceitunas, chufas, mariscos.
    •    Magnesio: soja, judías, pipas, levadura de cerveza, almendras, avellanas, nueces.
    •    Selenio: frutos secos, legumbres, cereales integrales.
    •    Silicio: espinacas, perejil, remolacha, judías verdes, zanahoria, tomates, plátano, pasas.

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