Pero, ¿qué es la alergia?

Es una reacción exagerada del sistema inmunitario que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas como pueden ser los pólenes de determinadas plantas o los ácaros del polvo, por ejemplo. En este artículo nos centramos en la alergia a árboles, flores y plantas. Siendo la enfermedad alérgica más común la rinitis alérgica, afectando a entre el 10% y el 40% de la población mundial, especialmente a los más jóvenes, y su prevalencia está aumentando de manera notable.

Alergia al polen

La reacción alérgica más común se produce por los granos de polen, siendo las gramíneas las plantas que más ocasionan esas reacciones y las siguientes especies las que más causan la alergia: olivo, cupresáceas (cipreses o arizónicas), salsola, plátano de sombra y parietaria. Por ello, los expertos recomiendan que en las ciudades se planten menos especies de este tipo para evitar problemas a los alérgicos.

Síntomas alérgicos más frecuentes

Estornudos, goteo y congestión nasal, lagrimeo, picores, escozor y enrojecimiento ocular. Pero también pueden aparecer otros signos que interfieren con la vida cotidiana: trastornos del sueño relacionados con la dificultad respiratoria, fatiga, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse, irritabilidad… E incluso en algunos niños puede limitarse la capacidad de concentración y de aprendizaje.

¿Uno nace o se hace alérgico?

Las alergias respiratorias tienen un componente hereditario demostrado: si alguno de nuestros progenitores padecen una alergia respiratoria, tenemos un riesgo entre el 25 % y el 40 % de ser alérgicos. Sí lo son ambos, vamos hasta el 80% de posibilidades de que nosotros también desarrollemos una alergia. Pero también influyen otros factores que están haciendo que cada vez haya más personas que la padecen como:

•la contaminación, que modifica la estructura interna de los pólenes y les convierte en más alergenizantes e irrita más las mucosas, lo que las hace más sensibles a los alérgenos

•Tabaquismo (pasivo, activo y/o materno), interiores sobrecalentados o mal ventilados…

•Movilidad geográfica, que nos pone en contacto con diferentes tipos de pólenes.

• ¿Exceso de higiene? Algunos investigadores se preguntan si estos hábitos pueden plantear inconvenientes. Aparentemente, los pacientes que no sufren infecciones durante su primera infancia son más sensibles al asma y a la alergia. La estimulación precoz del sistema inmunitario por ciertas bacterias podría desempeñar una función preventiva de las enfermedades alérgicas.

¿Cómo tratar las alergias?

Normalmente la solución pasa por controlar los síntomas con antihistamínicos y vacunas para modificar la evolución de la alteración. Sólo el año pasado se vendieron más de 20 millones de envases de este tipo de fármacos, aunque los alergólogos piensan que lo mejor funciona es la vacuna, con la que mínimo hay que tratarse durante tres años todos los meses.

Otra opción está en la homeopatía, que permite un tratamiento sintomático de las crisis  y también un tratamiento de base durante toda la estación alérgica. Además como método preventivo: ayuda a reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas.

Consejos para limitar las reacciones alérgicas

- Evitar el contacto con los alérgenos en el exterior, así como en tu jardín, sabiendo reconocer los árboles y plantas con pólenes alergenizantes.

- En el hogar, hay que ventilar diariamente la casa, a primera hora de la mañana, y después cerrar, ya que los pólenes circulan más con el transcurso del día. Es importante también evitar tender la colada en el exterior durante el período de polinización

- En coche, sube las ventanillas e instala un filtro anti polínico en el sistema de ventilación.

- Usa gafas y cúbrete el cabello con un pañuelo, un sombrero o una gorra. Si sales con la cabeza descubierta, recogerás pólenes en el cabello.

- Después salir a la calle, mejor darse una ducha y cambiarse de ropa para eliminar la máxima cantidad de pólenes que se hayan fijado sobre ti y también es aconsejable lavarse el cabello antes de descansar la cabeza sobre la almohada.