¿Te apuntas al “Zero Waste�
Victoria Carmona
Un nuevo estilo de vida se está dando a conocer en estos tiempos, el llamado movimiento Zero Waste, que propone que cualquier basura tiene derecho a vivir una segunda oportunidad. Este movimiento sostenible está adquiriendo mucho peso en Estados Unidos y en Europa.
Uno de los principales exponentes es el holandés afincado en Australia, Joost Baker, que recicla desperdicios alimenticios. Coge toda la basura orgánica que la gente no quiere y la transforma en sopas en el restaurante que posee en Melbourne o en materia prima para fabricar abono para sus plantas. Foodsharing Pero también ...
Uno de los principales exponentes es el holandés afincado en Australia, Joost Baker, que recicla desperdicios alimenticios. Coge toda la basura orgánica que la gente no quiere y la transforma en sopas en el restaurante que posee en Melbourne o en materia prima para fabricar abono para sus plantas.
Foodsharing
Pero también hay otros movimientos alrededor del mundo que apuestan por este nuevo estilo de vida o en la misma línea, como el foodsharing, impulsado por el alemán Raphael Fellmer que recupera alimentos, que están a punto de pasar a mejor vida, de tiendas, granjas, restaurantes y campos agrícolas para luego repartirlos en más de 100 ciudades de Alemania, Suiza o Austria.
Estos movimientos están desembocando en proyectos por todo el mundo con un objetivo: terminar con el desperdicio de entre el 30 y el 50% de la comida que se produce, mientras millones de personas pasan hambre.
El ZW Lifestyle
Este nuevo estilo de vida puede empezar en casa, donde comprando conscientemente y separando correctamente los residuos, es posible reducir la cantidad de desechos que generamos.
Mirar qué tipo de productos compramos es la mejor manera de evitar tener que generar residuos después. Hay muchos productos que no son reciclables o compostables debido al mal diseño y el primer paso es buscar formas alternativas de obtener estos productos sin tener que llevar consigo los desechos que viene con él. Como principio general, hay que tratar de evitar los productos de un solo uso (maquinillas de afeitar, envases, pañales, bolsas de plástico...) y aquellos productos que contienen sustancias tóxicas. Así mismo, también se trata de apoyar a la comunidad local, priorizando la compra de productos locales que se venden a granel y son duraderos, reutilizables y reparables.
Otra ventaja es que no sólo se reducen los residuos, sino que también ahorran dinero y ganan tiempo y la conciencia.
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