Se presenta asociada a problemas circulatorios, al consumo de ciertos medicamentos, a la mala alimentación o al estrés. En las mujeres se relaciona, además, con los desajustes hormonales de los días previos a la menstruación, durante el embarazo o en la menopausia.

Para reducir la retención es recomendable:

- Evitar las prendas apretadas que impiden la circulación sanguínea adecuada y la expulsión de agua por los mecanismos habituales.

- Practicar ejercicio habitualmente. Si se te acumula en piernas y tobillos, procura elevarlas cuando te sea posible y evita sentarte con ellas cruzadas.

-Si se debe al estrés, busca mecanismos de relajación que te permitan superar la situación y reduzcan el nivel de hormonas relacionadas con él. Estas sustancias liberadas en exceso, causan también retención de líquidos, asociada o no a otros factores.

La alimentación es fundamental para eliminar líquidos innecesarios del organismo. Los alimentos naturales vegetales (como la fruta y la verdura) resultan fundamentales pues contienen mucha agua y presentan propiedades diuréticas que favorecen la formación de orina. Potasio, sodio y cloruro son electrolitos que mantienen el equilibrio hídrico del cuerpo. El exceso de sodio desequilibra el organismo y favorece la retención de líquidos. El potasio se encarga de contrarrestar esta situación y los expertos consideran que debemos asimilar 5 veces más de potasio que de sodio (5:1) y recomiendan consumir unos 400 gramos de frutas y verduras ricas en potasio.

A nivel nutricional se recomienda:

- Beber unos dos litros de agua. Puedes combinar con infusiones, pero lo mejor es que sea pura. Elígela baja en sodio.

- Evitar el consumo de alimentos con altas cantidades de sodio. Renuncia a excederte con los embutidos (mortadela, chopped, etc.), las comidas precocinadas, los quesos, salchichas, panceta, jamón salado, frutos secos salados, pizza, palomitas, patatas fritas, miso, etc.

-Elige alimentos con bajo contenido en sodio. En este grupo se incluyen frutas y verduras especialmente las manzanas, las peras o las cerezas. También cereales (como el arroz, la avena, la harina de trigo), patata, legumbres (soja, lentejas), judías, brécol, calabacín, etc.

- Incluir alimentos ricos en potasio para equilibrar el nivel de sodio. Elige plátanos, alcachofas, berros, calabaza, melón, sandía, germen de trigo, cacahuetes, aguacate, soja, sésamo, nueces, acelgas, fresas, etc.

- Consumir alimentos con capacidad diurética: espárragos, pepino, puerro, alcachofa, etc.

- Reducir el consumo de azúcar refinado.

- Evitar el alcohol porque es un vasoconstrictor que afecta al aparato circulatorio.

Si te sientes muy hinchado, puedes prepararte un zumo de piña natural o un té verde sin azúcar añadido. Otra opción sería beber un caldo vegetal preparado con puerro, calabaza, cebolla y ajo. También hay plantas que mejoran el sistema circulatorio y favorecen la diuresis (hinojo, té verde, piña, cola de caballo, castaño de indias, etc.) solas o combinadas, pero que debes utilizarlas bajo control profesional porque pueden causarte problemas como la eliminación excesiva de electrolitos o deshidratación.

Sea lo que sea lo que te esté pasando, debes consultar a tu médico y seguir las pautas que te indique. Jamás debes automedicarte porque las causas pueden ser combinadas y no conseguirás resolverlo sin sus indicaciones.