Botánicamente se denomina Citrus limon y pertenece a la familia de las rutáceas. Es un árbol con hojas acabadas en punta y cuyo fruto comestible es de color amarillo. Se puede encontrar como árbol frutal en cultivos específicos o simplemente en los jardines como adorno. También es frecuente en las fincas porque es muy fácil de cultivar y se produce para el autoconsumo.

En su composición química destacaría que es bajo en calorías, glúcidos y lípidos, por lo que no engorda. Contiene mucha agua, algo de fibra, flavonoides (rutina, luteína), betacarotenos, ácidos (cítrico, caféico), minerales (flúor, hierro, potasio, calcio, magnesio, etc.) y vitaminas (grupo B, P, A y C).

Entre sus propiedades podemos destacar que:

-Aporta frescura, lo que resulta muy agradable cuando tienes la boca seca o te duele la garganta.

-Alivia los dolores de cabeza y las congestiones.

-Coadyuvante en la salud ocular por su contenido en vitaminas y antioxidantes.

-Participa en la curación de enfermedades como el catarro o la gripe, simplemente consumiendo una cucharada de miel con limón.

-Mejora los problemas intestinales. Se recomienda un vaso de agua tibia con zumo de limón en ayunas.

-Ayuda a eliminar el colesterol malo y depurar el hígado y la vesícula biliar.

-Tiene efecto alcalinizante del organismo.

-Favorece la eliminación de líquidos retenidos en el organismo.

-Resulta depurativo por su contenido en vitamina C y limoneno. Se recomienda tomar una cucharada de aceite de oliva con unas gotas de limón en ayunas.

-La esencia de limón es revitalizante. Unas gotas en muñecas y cuello te estimulan y animan.

-Útil en el tratamiento del acné.

-Puede utilizarse para desinfectar una herida… si es lo único que tienes a mano. En cuanto sea posible, utiliza los elementos adecuados: alcohol, povidona, agua oxigenada, etc.

Cuidado con las dietas basadas en el consumo de este alimento porque no tienen una base médica comprobada y el consumo en exceso puede causar problemas en personas con alteraciones orgánicas. No hay datos en contra de tomar un vaso de agua con el zumo de un limón, salvo que los dientes pueden amarillear, pero podemos evitarlo si utilizamos una pajita para beberlo y evitamos el contacto directo con el esmalte dental.

Lo mejor es consumirlos frescos en crudo y, si puedes, pelados pero completos (no sólo el jugo sino los gajos completos). Se utiliza en múltiples comidas y bebidas tanto dulces como saladas, enteros (porque en su corteza contiene muchos elementos aromáticos) o simplemente el zumo. Te proponemos que lo uses en ensaladas, guisos, filetes, pescado, tartas, helados, etc. Puedes preparar una deliciosa limonada mezclando el zumo de limón, con agua y azúcar refinado (miel, estevia, etc.) en una jarra y agitando con una cuchara. Si te apetece fresquita, añade hielo a tu gusto.