Victoria Carmona
Hay veces que nuestro cuerpo está escaso de minerales, indispensables para que nuestro cuerpo funcione con normalidad. Su escasa presencia puede alertarnos de que hay algo en nuestro funcionamiento orgánico que no marcha bien y poner en riesgo el equilibrio corporal.
Y ¿cómo sabemos si necesitamos aporte extra de minerales?, pues aquí se relatan algunos consejos para saber qué mineral nos puede faltar, y así remediarlo para mantener una buena salud. Analizando nuestro cuerpo - Uñas: son capaces de reflejar trastornos de salud en otras partes de nuestro organismo. Sus cambios morfológicos desde ...
Y ¿cómo sabemos si necesitamos aporte extra de minerales?, pues aquí se relatan algunos consejos para saber qué mineral nos puede faltar, y así remediarlo para mantener una buena salud.
Analizando nuestro cuerpo
- Uñas: son capaces de reflejar trastornos de salud en otras partes de nuestro organismo. Sus cambios morfológicos desde su nacimiento hasta que llega al borde del dedo pueden indicar el nivel de minerales que tenemos.
- Sangre: con un simple análisis se pueden saber la cantidad de oligoelementos en el momento de la extracción.
- Orina: refleja el porcentaje en que se eliminan determinados minerales y si éste en anormalmente elevado, puede explicar el origen de una carencia o bien de un exceso.
- Cabello: existe una prueba denominada mineralograma, que localiza las sustancias absorbidas por el cabello. Examinándolo de la raíz a la punta, se puede precisar nuestro estado mineral.
Minerales más importantes
Calcio: interviene en la integridad de los nervios y músculos, en la contracción cardíaca, es mediador entre enzimas y hormonas, etc. Se encuentra principalmente en la leche y sus derivados.
Hierro: es fundamental en el recambio de hemoglobina. A su carencia se la denomina anemia. El hierro se puede encontrar principalmente en carnes rojas, legumbres, ciertos vegetales y frutas secas.
Fósforo: segundo en concentración en el organismo, interviene en la metabolización del calcio. Su función principal está relacionada con el buen funcionamiento de la glándula paratiroidea. El fósforo se puede encontrar en alimentos como el pescado, hígado, avena. Arroz integral, soya, lácteos, etc.
Magnesio: se encuentra en los huesos y en los líquidos intracelulares. Actúa como cofactor enzimático en la transmisión neuroquímica. Se encuentra principalmente en pescados, frutas secas, cereales integrales, verduras de hojas verdes, entre otros.
Yodo: indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroidea. Se encuentra en el pescado de mar, algas, etc.
Zinc: poderoso antioxidante. Se encuentra en el pescado, carnes rojas, legumbres, frutas secas, etc.
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