Se conoce también como fresa silvestre o fresa del bosque y crece de manera natural en muchos países. Actualmente también se cultiva de manera intensiva por la demanda del mercado internacional. Los frutos que podemos encontrar en los puntos de venta pertenecen al grupo Rubus. En España se cultivan en Huelva, Asturias, zonas de Cataluña y Cáceres fundamentalmente. Puedes consumirlas desde el verano hasta el otoño, pues maduran de manera escalonada. Elige frutos gruesos, de colores brillantes y de textura consistente. Evita los que tengan moho o percibas húmedos al tocarlos. Se estropean con facilidad, por lo que se recomienda mantenerlas tapadas en la nevera. Los análisis bromatológicos señalan que 100 gramos de frambuesas aportan 40 calorías, lo que resulta indicado para mantener tu peso en valores óptimos. Contiene: proteínas, fibra, ácidos (cafeico, cítrico, butírico y gálico), vitaminas (folatos, A, E y especialmente C) y minerales (potasio, calcio, magnesio y fósforo especialmente). Su composición nutricional le proporciona una serie de propiedades entre las que destacaría que: -Reducen el estreñimiento. La pectina es una fibra soluble que facilita la motilidad intestinal, depura el organismo y capta las grasas. -Previene el envejecimiento, ya que su elevado contenido en vitamina C neutraliza la acción de los radicales libres que producen el envejecimiento celular. -Mejora los problemas de visión. La vitamina A previene la aparición de glaucoma, cataratas o pérdida de visión asociadas a la edad. -Reduce la hipertensión y la retención de líquidos. Vitamina C, potasio y magnesio actúan equilibrando la presión arterial y eliminando los líquidos retenidos. -Mejora la anemia por su contenido en hierro. -Estimulante del apetito. Muy adecuadas para las mujeres gestantes porque su elevado contenido en folatos previenen la aparición de la espina bífida. Consulta a tu médico si su consumo está indicado para ti. Puedes comerlas directamente, en fresco y, a pesar de otras indicaciones, es recomendable lavarlas con cuidado y comerlas inmediatamente. Otras opciones pasan por utilizarlas en la cocina para varias recetas: helados, pasteles, yogur, cremas, zumos, compotas, mermeladas, etc. Acompañan muy bien a las carnes y pueden formar parte de una ensalada completa. Es muy fácil preparar una mermelada casera con estos frutos. Pon a cocer lentamente en un cazo con agua las frambuesas limpias. Es necesario revolverlas para evitar que se peguen a la olla. El agua irá disminuyendo por evaporación. Añade azúcar poco a poco, disolviéndolo lentamente. Aumenta la potencia del fuego y deja que hierva 5 minutos, cuélalo y déjalo enfriar. Añade unas gotas de zumo de limón que actúa como conservante. Guárdalo en un recipiente de cristal bien tapado. Si te gusta pasear por el campo, aprovecha la excursión y recoge los frutos tú mismo. Es una actividad divertida que combina el ejercicio y la satisfacción posterior de poder comer una deliciosa fruta muy natural.