Sería recomendable realizar un chequeo preliminar para descartar problemas de salud que incidirán en el tipo de alimentación adecuada. Un estudio de hábitos dietéticos, actividad diaria, metabolismo basal y composición corporal permitirá trazar una dieta personalizada y adaptar el ejercicio físico más adecuado a cada paciente.

Son varios los profesionales sanitarios que pueden ayudarte a conseguir tu objetivo, pero lo recomendable es consultar inicialmente a tu médico de familia que te dará las indicaciones precisas. No queremos olvidar a ninguno, pero es imposible nombrarlos a todos. Por la frecuencia con la que los pacientes acuden a ellos, podemos hablar de:

-Farmacéutico, muy asequible en la oficina de farmacia. Si conoce nuestra historia médica le plantearemos el problema y él nos aconsejará e indicará la necesidad de acudir (o no) a un endocrino o a un especialista en dietética.

-Médico de familia, conoce nuestra historia clínica y puede darnos pautas generales, realizar pruebas para determinar las causas de la obesidad y derivarnos, en su caso, al endocrino.

-Endocrino es el más indicado para tratar a quienes padecen problemas de salud como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, afecciones tiroideas, etc. Él prescribirá las pruebas precisas y dirigirá el tratamiento si fuera necesario. También puede solicitar la realización de análisis específicos de alergias alimentarias para eliminar los alérgenos de la dieta.

No hay que descartar ninguna opción porque, en ocasiones, es nuestra mente la que provoca la necesidad compulsiva de comer. Puedes contar con la experiencia de:

-Psicólogo, que resulta imprescindible cuando la ingesta excesiva de alimentos se debe a problemas de ansiedad. Puede proporcionarnos pautas de comportamiento para controlar el estrés y evitarlo, e indicar la necesidad de acudir a otro especialista.

-Psiquiatra, entra en escena cuando resulta necesario seguir un tratamiento farmacológico para reducir el estrés, curar la depresión u otros trastornos de la personalidad. Nunca debes automedicarte, porque los fármacos también tienen efectos secundarios e interacciones imprevisibles que deben ser controlados por el experto.

Son muchos los que confían en las denominadas “terapias naturales”, que deben ser realizadas por profesionales capacitados para ello. Destacarían:

-Quiromasajista, resulta apropiado para resolver problemas localizados, rebajar la tensión emocional, realizar drenaje linfático para reducir la retención de líquidos, etc.

-Acupuntor, suele ocuparse de cuestiones concretas como disminuir la sensación de hambre, la ansiedad y la necesidad imperiosa de consumir dulces. Acude únicamente a profesionales titulados para evitar problemas con las agujas (infecciones, posibles lesiones, etc.).

Una cita específica se merece el especialista en dietética, que es el profesional más adecuado para ayudarnos a adelgazar o mejorar nuestra dieta, pues sus capacidades son muy amplias. Conoce los mejores métodos de adelgazamiento y los productos adecuados para tratar problemas concretos (retención de líquidos, celulitis, etc.) de venta en herboristerías, farmacias y parafarmacias. Busca siempre un profesional titulado, lo que te garantizará que tiene las aptitudes necesarias para tratarte.