El castaño europeo es un árbol cuyo nombre científico es Castanea sativa de la familia de las fagáceas como el roble, por ejemplo. Existen varias especies que tienen aplicación a distintos niveles, pues del árbol se aprovecha casi todo. Se utiliza desde hace mucho tiempo para alimentar a los animales o elaborar artículos con su madera, que es muy apreciada.

En su composición destacaría la presencia de hidratos de carbono complejos (muy importantes para aportar energía que nuestro organismo absorbe lentamente manteniendo equilibrado el nivel de azúcar y retrasando la sensación de hambre), 50% de agua, 2.6% de grasa, minerales (potasio, fósforo, hierro, calcio, magnesio) y vitaminas del grupo B. Su contenido calórico no es tan alto como parece (195 calorías por 100 gramos).

Resultan difíciles de digerir si las consumes en crudo debido a la presencia de taninos (que pueden causar molestias intestinales) e hidratos de carbono de lenta digestión si no se mastican y mezclan bien con saliva antes de tragarlas. Este problema se resuelve parcialmente si las cocinas antes de comerlas.

Resultan muy recomendables para deportistas e intelectuales. Ambos encuentran una fuente perfecta de hidratos de carbono; los primeros para hacer ejercicio y los segundos para el trabajo mental. También los niños encuentran en ellas un fruto delicioso y nutritivo para mantener su actividad habitual.

Puedes comerlas como quieras, pues tienen muchas posibilidades: en crudo, en marrón glacé, en pasteles, rellenos de aves, con verduras, en puré, en cremas vegetales, como entrante o guarnición, etc. Te recomendamos que:

-Para cocerlas, debes pelarlas y meterlas en agua (con o sin sal) durante 40-45 minutos. También pueden cocerse sin pelar, haciendo un corte en su cáscara.

-Para asarlas, haz un corte y ponlas en el horno 20 minutos a una temperatura de 150 grados o utiliza las sartenes especiales para ellas con agujeros en la base para que penetre bien el calor en todo el fruto.

Preparar una crema o puré resulta muy sencillo. Cuece 250 gr. de castañas peladas en agua con sal unos 20 minutos. Pica una cebolla, 500 gr. de puerros, medio pimiento rojo, un diente de ajo y un calabacín. Pon los vegetales en una sartén con un poco de aceite y póchalos. Mézclalos con las castañas, añade agua y déjalo cocer a fuego suave y revolviendo para que no se pegue unos 30 minutos. Tritura con la batidora hasta obtener una consistencia agradable. Añade sal, pimienta, orégano, etc. a tu gusto. Sírvelo caliente como plato único o acompañando a un filete de pollo, un pescado a la plancha o una pata de cordero asada.