Se utilizan aceites esenciales, que son sustancias olorosas y volátiles que se evaporan por exposición al aire a temperatura ambiente. Generalmente son líquidos; algunos son algo viscosos (sándalo, mirra); solidifican a baja temperatura (rosa damascena) o cristalizan (anís, alcanfor). Tienen olor aromático y la mayoría son incoloros, aunque también los hay con diversos colores (amarillo, azul, rojizo, verde claro, etc.).Su origen es natural, proceden de distintas especies de plantas y se extraen en laboratorios usando diferentes métodos en función del tipo de aceite esencial de que se trate.

Cuidado con lo que compras

No es lo mismo un aceite esencial integral, reconstituidos (adiciones de plantas similares), rectificados (eliminan componentes indeseados para mejorar la calidad del producto obtenido), sintéticos (son artificiales y se han preparado mezclando moléculas de diferentes tipos hasta obtener el producto deseado), falsificados (usar lavandín por lavanda, geranio rosat por rosa, etc.), que uno obtenido de manera adecuada y sin adulteraciones. De hecho, los aceites esenciales usados en aromaterapia precisan una garantía y un control de calidad diferente al que se realiza en otros ámbitos como la perfumería o la alimentación. 

Recomendaciones

-No ingerirlos ni inyectarlos.

-No aplicarlos en boca, oídos, ojos y mucosas ni vía rectal o vaginal.

-Si cae en los ojos, no lavar con agua. Usar algodón untado con aceite vegetal (oliva, preferentemente).

-No aplicarlos en axilas, ingles, genitales, y cualquier otra parte sensible si el aceite está en estado puro.

-Precaución quienes tienen alergia o sensibilidad a alguna de estas esencias.

-Los que contienen fenoles (orégano, clavo, etc.) o cinámico (canela) pueden provocar toxicidad si se usan con demasiada frecuencia.

-No adicionarlos al agua de baño directamente porque no se disuelven y pueden causar picores, quemaduras o irritaciones. Deben mezclarse siempre con un diluyente.

-Si se ingiere por accidente, tomar aceite de oliva y acudir al hospital si la cantidad ha sido muy alta.

-No exponerse al sol tras la aplicación de aceites esenciales fotosensibilizantes (limón, naranja, bergamota, etc.).

-Nunca automedicarse ni autoaplicarse gotas sin dosificar adecuadamente.

-Extremo cuidado con velas, palitos, quemadores, etc. utilizados para crear ambiente porque son inflamables.

-Elegir productos de máxima calidad, aunque sean más caros. Leer la etiqueta y consultar a los profesionales.

Precauciones

-Resultan peligrosos: ajedrea, ajenjo o absenta o abrótano macho, alcanfor marrón o amarillo, almendra amarga, árnica, canela, hinojo amargo, pimienta y sus variedades, tuya, menta poleo, mostaza, orégano.

-Utilizarlos con cuidado, diluidos y poco tiempo: albahaca, alcanfor blanco, anís, canela (hoja), enebro, estragón, eucalipto, laurel, perejil, valeriana.

-Provocan fotosensibilidad: angélica, hierbaluisa, jengibre, verbena, cítricos.

-Pueden presentar intolerancia personal: citronela, clavo, hipérico, laurel, sándalo.

-Resultan irritantes cutáneos, sobre todo en altas concentraciones: albahaca, ajo, anís, canela (hoja), eucalipto, jengibre, enhebro, melisa, etc. No usar árbol del te cuando hay cortes o heridas.

-Son agresivos para pieles delicadas: ajo, albahaca, citronela, jengibre, limón, manzanilla, naranja, pino, tomillo, valeriana, verbena.

-Cuidado especial durante el embarazo, pues no es recomendable usar: albahaca, anís, citronela, clavo, comino, hinojo, enebro, laurel, mirra, perejil, salvia, tomillo, etc.

-Los diabéticos deben evitar usar angélica.

Cualquier duda debe ser planteada al especialista. No debes inclinarte por lo que esté de moda, sino por lo que sea más adecuado para ti.