Las investigaciones señalan que algunas mieles de Manuka presentan una actividad antibacteriana añadida que no se encuentra en otros tipos de miel y que la convierte en un elemento antibacteriano de amplio espectro capaz de eliminar numerosas bacterias que afectan a nuestra salud. Se han establecido unos índices para determinar la actividad de esta miel, pues varía de un árbol a otro y de un año a otro.

A nivel dietético, podemos señalar que 100 gramos de miel aportan unas 300 calorías y una cucharada no llega a los 10 gramos, así que no tienes que preocuparte pensando que vas a engordar por tomarla. Simplemente, disfruta, haz ejercicio y sigue una dieta saludable en la que no falte ningún alimento de la pirámide nutricional.

En la composición química de la miel podemos destacar la presencia de azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa, maltosa, etc.), proteínas, enzimas (amilasa, invertasa, etc.), ácidos orgánicos (cítrico, acético, etc.), vitaminas (grupo B y C) y minerales (fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc, etc.) en menor proporción.

De manera general, sus características dependen fundamentalmente del vegetal a partir del cual se forma, pudiendo ser una o varias flores las que las abejas utilicen para elaborarla. El color más claro se produce de plantas como azahar, acacia, romero, etc.; el más oscuro procede de encina, tomillo, etc. La de mayor calidad se obtiene por centrifugación natural y no se calienta a temperaturas superiores a 45º. Evita calentarla excesivamente en tu casa y guárdala en lugar fresco y seco.

La miel se utiliza en gastronomía por su sabor dulce, pues se considera un edulcorante natural y empieza a sustituir al azúcar refinado en muchos platos. También tiene aplicaciones terapéuticas como cicatrizante y antiséptico (a nivel externo), energético (por su contenido en azúcares), humectante y expectorante (para el dolor de garganta), digestivo (por las enzimas que contiene), relajante (sus azúcares reducen el insomnio), etc.

Es una fuente de energía rápida y sana, pues sus azúcares se digieren rápidamente y permiten que nos recarguemos de vitalidad tras su ingestión. Además engorda menos que el azúcar refinado, por lo que resulta muy recomendable como sustituta. Aunque resulta adecuada para todos, no deberían abusar de ella las personas obesas o quienes siguen una dieta de adelgazamiento. Tampoco se recomienda el consumo en bebés menores de 18 meses.

Destacaría especialmente que la miel de Manuka es eficaz para prevenir la gingivitis y el dolor de garganta. También resulta muy indicada para mejorar problemas gástricos como la acidez de estómago o la hernia de hiato. Cómprala en establecimientos especializados que ofrecen todas las garantías sanitarias.

Son muchas las variedades de interés a nivel de tu salud. Recomendamos:

-Miel de trébol, para recargarte de energía.

-Miel de encina, rica en hierro.

-Miel de pino, para problemas respiratorios.

-Miel de olmo, estupenda para tratar hongos a nivel externo.

-Miel de tilo, buen sedante.

-Miel de tomillo, digestiva y respiratoria.

-Miel de azahar, relajante.

Su aplicación cosmética es también muy amplia. Se usa para preparar mascarillas, tónicos, cremas, etc. para la piel y el pelo.