Tengo un bebé dormilón. ¿Qué hago?
Iván Martín
El descanso del bebé es vital, un bebé dormilón necesitará más estimulación para generar inquietudes en él.
El descanso, el sueño, en definitiva dormir es una parte esencial en el ser humano, una buena rutina de descanso ayuda a mantener un buen equilibrio cuerpo y mente. En el caso de los bebés, es aún más importante si cabe, puesto que se encuentran en un periodo básico de ...
El descanso, el sueño, en definitiva dormir es una parte esencial en el ser humano, una buena rutina de descanso ayuda a mantener un buen equilibrio cuerpo y mente. En el caso de los bebés, es aún más importante si cabe, puesto que se encuentran en un periodo básico de crecimiento, su cerebro y cuerpo se están desarrollando continuamente.
Por lo general un recién nacido necesita de 18 a 20 horas de sueño, a los tres meses se reduce a unas 15 horas. Más adelante estas horas se van repartiendo entre la noche y las horas de la siesta.
Dormir el tiempo adecuado es fundamental para el descanso de nuestro bebé; en ocasiones hay bebés que se pasan buena parte del tiempo durmiendo; ocupan sus horas en comer, estar un poco activos y volverse a dormir. Esta rutina es motivo de preocupación en los padres, que tienden a comparar la actividad de su hijo/a con la de otros bebés cercanos.
Descartando posibles enfermedades que le provoquen actitudes apáticas, un bebé es normal que duerma la mayor parte del tiempo; si bien es cierto de la necesidad de que tenga unos momentos de estimulación que le ayuden a ir desarrollando inquietudes.
Es importante ir gestionado unas rutinas de sueño, en el momento de la toma de alimento, un bebé dormilón, inmediatamente intentará volver a dormirse; es aconsejable estimular un poco al bebé de forma suave sin enturbiarle su tiempo de descanso.
A medida que pase el tiempo nuestro bebé comenzará a desarrollar unas rutinas de sueño, alternando periodos activos con momentos de descanso. De esta manera a medida que vaya creciendo nuestro bebé, la noche ocupará la mayor parte de su descanso, así como un tiempo para la siesta.
El descanso es vital para nuestro bebé, por ello no debemos de sentirnos preocupados si nuestro hijo/a es dormilón; es conveniente motivar y estimular al bebé para aumentar su actividad frente a sus horas de descanso. Ante cualquier atisbo de duda es recomendable acudir a su pediatra para tranquilizarnos en este aspecto.
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