Aunque no hay coincidencia entre los expertos porque la mayoría de ellos no reconocen la vigorexia como trastorno, algunos especialistas la denominan anorexia nerviosa inversa o complejo de Adonis, y la consideran un trastorno dismórfico corporal, más habitual en los hombres aunque también afecta a las mujeres.

Características

Los vigoréxicos se preocupan obsesivamente por su figura y tienen totalmente distorsionado el esquema corporal; se sienten delgados, demacrados, débiles y quieren aumentar cada día su masa muscular, luciendo un aspecto excesivamente musculoso. En su aparición inciden las alteraciones hormonales y del sistema nervioso, siendo los factores desencadenantes de tipo cultural, social y educativo. No todos los casos son iguales…pero coinciden en que realizan una extrema actividad deportiva o en la ingesta compulsiva para aumentar su peso porque en el espejo se ven esqueléticos.

Perfil

En su perfil se encontrarían hombres de entre 18 y 35 años que dedican 3 ó 4 horas diarias al gimnasio y olvidan sus actividades cotidianas. Son “adictos al ejercicio”, especialmente a la musculación, pues pretenden un desarrollo muscular mayor de lo normal para no sentirse débiles. Asimismo, siguen una dieta poco equilibrada en la que reducen la ingesta de lípidos y aumentan la de proteínas e hidratos de carbono que les provoca alteraciones metabólicas y cambios de humor repentinos (sobre todo si se asocia al consumo de esteroides).

Reconocerás a un vigoréxico por…

Mirarse al espejo y verse enclenques

Invertir todo el tiempo posible en hacer deporte para aumentar su musculatura

Aislarse de la sociedad

Pesarse varias veces al día y compararse con los demás

Seguir una dieta baja en grasas y rica en hidratos de carbono y proteínas para aumentar su masa muscular

Abusar de anabolizantes y sustancias hormonales

Acabar con un cuadro obsesivo-compulsivo y encerrarse en el gimnasio a todas horas

Síntomas y diagnóstico

El diagnóstico no es complicado pero, como no son conscientes de que están enfermos, acuden al médico cuando el problema está avanzado. Además, está infravalorada como patología, por lo que es infradiagnosticada.

Los síntomas incluyen: baja autoestima, mareos, convulsiones, dolores de cabeza y taquicardias. Presentan rasgos comunes con la anorexia como la preocupación por la figura o la distorsión de la propia imagen, pero también hay diferencias importantes como: que los anoréxicos se ven obesos, es más frecuente en mujeres y toman laxantes y diuréticos frente a los vigoréxicos se ven débiles y enclenques, es más frecuente en hombres y toman anabolizantes

Consecuencias

-Problemas orgánicos y metabólicos por exceso de proteínas y aumento de las tasas de colesterol que alteran la funcionalidad del hígado, riñón y corazón

-Lesiones por exceso de ejercicio. Sobrecargas por el uso de las pesas de gimnasio que causan problemas en las articulaciones de miembros inferiores con esguinces y desgarros.

-Desproporción corporal

-Alteraciones relacionadas con el consumo de anabolizantes, pues provocan acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, retención de líquidos, reducción de espermatozoides, etc. Si los adquieren por vías fraudulentas estarán adulterados y sin ningún tipo de control. Puede producirse una dependencia psicológica por el deseo de consumir de nuevo, por la necesidad de aumentar la dosis y por la aparición de un síndrome de abstinencia al intentar dejarlos.

Tratamiento

La terapia fundamental es de tipo sicológico, para modificar la conducta del enfermo y las perspectivas sobre su cuerpo, recuperando su autoestima y superando el miedo al fracaso. El entorno afectivo es fundamental para convencerles de que el ejercicio es bueno pero en su justa medida.

El tratamiento farmacológico se centra en medicamentos que actúen sobre los neurotransmisores del sistema nervioso central, fundamentalmente serotonina.

Cuidado con las páginas Web que alaban las bondades del cuerpo escultural y dan consejos para “trabajar” el cuerpo.

El entorno influye mucho pues si oye continuamente que no tiene tablitas o que sus brazos son débiles, puede llegar a obsesionarse.

Reducir la ansiedad por practicar deporte porque no puede convertirse en una forma de vida o en el único interés de una persona.

Diferenciar enfermos de sanos, porque no todos los que acuden al gimnasio padecen esta patología.

Prevención

La prevención se basa en desmitificar los cuerpos perfectos, en aprender a aceptarse, en una educación adecuada para nosotros y los demás, en modificar los hábitos dietéticos negativos y mejorar el estilo de vida. Habla con alguien de tu confianza y acude al médico. La intervención especializada es fundamental para la recuperación y puedes necesitar desengancharte de los anabolizantes. Puedes encontrar información en dmedicina.com