Es un mineral de gran importancia para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Podemos encontrarlo en varios alimentos de uso habitual, pero su absorción se sitúa solamente entre el 30 y el 40 % de lo que ingerimos, lo que hace que la cantidad diaria que necesitamos se vea reducida y debamos introducirlo en nuestra dieta en una mayor proporción.

Entre otros alimentos, se encuentra en frutos secos (almendras, pipas de girasol, avellanas o nueces), cereales (trigo, arroz, centeno), cacao, gambas, leche y sus derivados y legumbres (lentejas, habas). También aparece en la composición de algunas aguas minerales que puedes reconocer si lees con calma las etiquetas. Una dieta equilibrada que incluya alimentos de todos los grupos te permitirá mantener unos niveles adecuados.

Para conseguir ingerir la cantidad diaria recomendada puedes tomarte un vaso de leche con cacao y cereales, un plato de lentejas, una ensalada (lechuga, tomate, cebolla, zanahoria, pimiento rojo y nueces), pipas de girasol, un revuelto de gambas y espárragos trigueros o un buen filete de ternera con guisantes cocidos.

El interés del magnesio se centra en que interviene en muchas reacciones enzimáticas imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo. Entre sus funciones, podemos destacar:

-Coopera en la transmisión nerviosa y muscular y en el mantenimiento del buen estado de los huesos.

-Mejora los estados de ansiedad por su actividad a nivel de la transmisión nerviosa.

-Favorece la salud de nuestras arterias.

-Actúa a nivel hormonal, reduciendo los síntomas de la premenopausia.

-Ayuda a la fijación del calcio en los huesos.

Su carencia puede provocar varias alteraciones funcionales que incluyen:

-Irritabilidad

-Cambios de humor

-Reducción de los reflejos

-Descoordinación muscular

-Diarreas y vómitos

Si tu dieta está carente de este mineral o no lo absorbes adecuadamente, puedes consumirlo por medio de complementos alimentarios. Normalmente son productos naturales que pueden estar solos o combinados con otros minerales y que puedes adquirir en centros especializados (farmacias, herboristerías, etc.) Su función es recuperar el tono muscular, restaurar los minerales perdidos y aportar energía y bienestar.

En todo caso, son productos que deben ser recomendados por los especialistas y no deben ser consumidos sin control sanitario. Consulta a tu farmacéutico o a tu médico de familia si percibes que tu dieta tiene bajo contenido en magnesio o notas algún síntoma relacionado con ello.