Y se fue la estrella del glam
Victoria Carmona
Hace pocos días, se iba para siempre una de las más grandes estrellas de rock del siglo pasado y del actual: David Bowie; pero antes y sin que nadie sospechara el desenlace, nos dejó su último trabajo “Blackstar”, su álbum número 26, cuya publicación coincidió con el día de su 69 cumpleaños.
Un nuevo trabajo con sólo siete canciones repletas de cambios de ritmo desde la letanía al jazz contemporáneo o las percusiones 'dance. Una historia visionaria en la que el cantante inglés habla de profetas, ciudades amuralladas y alucinaciones. Un trabajo que después de su fallecimiento está arrasando en las listas ...
Un nuevo trabajo con sólo siete canciones repletas de cambios de ritmo desde la letanía al jazz contemporáneo o las percusiones 'dance. Una historia visionaria en la que el cantante inglés habla de profetas, ciudades amuralladas y alucinaciones. Un trabajo que después de su fallecimiento está arrasando en las listas de ventas.
El artista de las mil personalidades
Así se definía Bowie: “soy un coleccionista de personalidades”. Desde David Robert Jones, se construyó David Bowie, un personaje que ha pasado por diferentes etapas personales y artísticas: del glam a la pansexualidad, del rock al caballero inglés; y así durante más de 40 años de carrera que nunca han dejado indiferente a nadie. Una trayectoria llena de imaginación y talento que siempre le han diferenciado del resto de músicos y que le ha convertido en una leyenda y en un icono artístico para todo el mundo.
Ningún otro músico ha generado un impacto igual o ha influido en mundos tan diferentes como las pasarelas, el cine, la moda, museos e incluso la Estación Espacial Internacional, desde que el astronauta Chris Hadfield cantara su mítica Starman.
Una ecléctica carrera
Su primer éxito fue Space Oddity, el tema que daba título a su segundo disco, en 1969. Hunky Dory (1971) y The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders of Mars (1972) cimentaron su leyenda global. La segunda mitad de los setenta trajo la llamada trilogía de Berlín, sus discos con Brian Eno, inlcuido el inmortal Heroes (1977). En los ochenta abrazó el pop y bajó a la pista de baile, con éxitos como Let's Dance (1983).
Starman, Face, Heroes, China Girl, Under pressure, Ashes to ashes, Young americans, Life on Mars, Changes y cómo no los temas de su último disco, Lazarius o Blackstar, se han convertido en las canciones más escuchadas estos días por encima de los números uno actuales. Así, su muerte le ha vuelto a poner en el top del éxito a un artista irrepetible y que tanto ha influenciado en la música de las últimas décadas.
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