Me encantan los “potingues”, podría pasarme horas en perfumerías y tiendas de cosmética dando vueltas y probando las últimas novedades, y reprobando todo lo que ya conozco… Con esos envases tan bonitos y esos olores maravillosos, ¿cómo no te va a volar el tiempo? Lo mismo me pasa en tiendas de ropa; paseo y paseo, me fijo en qué es “lo más” de la temporada y en qué se va a llevar… luego viene cuando me lo pruebo y no hay por donde pillar el modelito… ¿dónde voy con estas pintas? Lo mismo me pasa en las perfumerías, al final poca cosa acabo comprando.

Y es que con los años me he vuelto muy escéptica, sé cuál es mi estilo vistiendo y sé qué es lo que me favorece, y en cuanto a cosmética, igual. Sé qué me funciona y qué va a ser realmente efectivo. No se trata de “fe ciega” en algún componente, o de fetichismo por alguna marca, se trata de química, simple y llanamente.

En cuestión de cosmética y bienestar, lo más efectivo son los aceites esenciales. Por su diminuto tamaño molecular, penetrarán en nuestro organismo de distintas formas. Por un lado, usados mediante aromaterapia (con quemadores, velas aromáticas, aplicados en la ropa…), actúan directamente en nuestro cerebro relajándonos, activándonos o ayudándonos a concentrarnos, a través de la pituitaria llegarán al sistema nervioso influyendo en nuestro estado anímico.

Y por otro lado, aplicados tópicamente (mezclados con alguna crema o aceite base) serán el ingrediente más efectivo, ya que alcanzarán las capas de células más profundas y llegarán incluso hasta el torrente sanguíneo, de manera que su efectividad en tratamientos antiarrugas, flacidez, anticelulíticos, etc. será muchísimo mayor que la de cualquier otro cosmético.

Hay que vigilar, eso sí, y consultar a un especialista en caso de estar embarazada o sufrir de epilepsia, hipertensión u otro tipo de enfermedades nerviosas o cardiovasculares. El precio de los aceites es muy distinto entre ellos, pero jamás te fíes de uno que valga 3 o 4 euros… probablemente haya sido creado en un laboratorio, por lo que la efectividad es nula.

Deben presentarse en envases de cristal oscuro o que no dejen pasar la luz, ya que si no perderían sus propiedades, y nada de exponerlos a altas temperaturas o dejar el envase abierto porque son muy volátiles.

Te animo a aprender un poco más sobre estas joyas cosméticas y a disfrutar de sus beneficios. Además de efectivos, los aceites esenciales no dañan ni saturan nuestra piel con conservantes, colorantes u otras toxinas.