Iván Martín
Detectar los problemas de visión de nuestros hijos a tiempo es importante para el correcto desarrollo de sus sentidos.
Para todo lo relacionado con la salud física de nuestros hijos/as debemos de realizar las consultas pertinentes al pediatra, dicho especialista nos aconsejará y guiará en favor de un control óptimo de la salud de nuestro hijo. La visión en los más pequeños está en continuo cambio. En los primeros meses ...
Para todo lo relacionado con la salud física de nuestros hijos/as debemos de realizar las consultas pertinentes al pediatra, dicho especialista nos aconsejará y guiará en favor de un control óptimo de la salud de nuestro hijo.
La visión en los más pequeños está en continuo cambio. En los primeros meses de vida, los bebés tan sólo enfocan objetos cercanos, blanco, negro o rojo son tonalidades fáciles de distinguir; a medida que van creciendo, la capacidad de visualizar se transforma, acentuando su agudeza visual.
Es recomendable a partir de los seis meses hacer una primera revisión visual, para asegurar el correcto funcionamiento ocular, De este modo, evitaremos posibles consecuencias en el futuro.
A partir de una primera revisión es aconsejable acudir anualmente al especialista para llevar una continuada observación de la capacidad visual, analizando cualquier cambio que haya sufrido nuestro hijo/a al respecto.
Entre una revisión y otra, los padres tenemos la responsabilidad de reconocer sus hábitos para poder identificar algún prejuicio en su salud, en este caso, la visión.
Existen una serie de actitudes que apuntan a definir un problema de visión en nuestros hijos. Los más comunes son:
Posiciones extrañas. Un niño que tenga problemas de visión intentará adoptar posiciones poco naturales, con el fin de intentar enfocar mejor su visión. Estas posiciones son marcadas de manera continuada, no debe de confundirse con posturas ocasionales.
Acercarse demasiado. Es común que los niños se aproximen al libro durante la lectura de textos para poder ver con claridad o bien acercarse a la pantalla del televisor. Esta forma de actuar es un punto importante para detectar claros problemas de visión.
Falta de atención. Este concepto es necesario observarlo con cautela porque puede llevar a falsas impresiones sobre su vista. En ocasiones una deficiente visión causa en el niño cansancio y aburrimiento hacia un tipo determinado de juegos o la lectura, una observación continuada servirá para salir de dudas.
Todos estos comportamientos están relacionados con situaciones en la que los niños deben distinguir imágenes u objetos de cerca o lejos. Por ello, los padres no deben de obsesionarse en este aspecto. Simplemente una buena observación, por parte de los padres, servirá de información adicional para el diagnóstico del especialista.
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