Mejora tu vida sexual practicando yoga
Victoria Carmona
El yoga no sólo sirve para relajarse, conciliar el sueño o ponerse en forma. También aumenta la energía y placer sexual. Para ello, sólo hay que aprender algunas posturas hechas para aumentar la libido, conseguir mayor excitación y aumentar la flexibilidad.
Es lo que podemos llamar el yoga sensual. Por un lado, están las razones físicas: practicar yoga aumenta la circulación sanguínea en el área pélvica, lo que permite que esa zona esté más “viva” y por otro, al estar más relajados y en mejor forma física nos volvemos más receptivos ...
Es lo que podemos llamar el yoga sensual. Por un lado, están las razones físicas: practicar yoga aumenta la circulación sanguínea en el área pélvica, lo que permite que esa zona esté más “viva” y por otro, al estar más relajados y en mejor forma física nos volvemos más receptivos a todo, incluso al sexo.
Cinco asanas del placer
1.- Pose de la Esfinge: acostados boca abajo, nuestra pelvis, piernas, abdomen y brazos están apoyados en la colchoneta. El pecho se eleva y queda mirando hacia el frente. Repetiremos el mantra “Vam” con énfasis en la V.
2.- Supta Baddha Konasana: sentarse con las rodillas dobladas y tocando las plantas de los pies entre sí. Podemos utilizar toallas o mantas enrolladas debajo de cada muslo y en la cabeza para descansar. Las manos pueden estar sobre el vientre formando un triángulo con los dedos, o a los costados del torso con las palmas hacia arriba. Debemos permanecer en esta postura dos o tres minutos.
3.- La Rana: es posición de gatas, separa el ancho de tus caderas, extiende tus rodillas hacia los lados y dobla los tobillos hacia afuera flexionándolos un poco. Apoya los codos y antebrazos en el suelo y une las palmas de la mano, entonces exhala despacio y respira diez veces de forma profunda, presionando contra el suelo la parte baja del cuerpo hasta sentir el estiramiento en la parte de las caderas y los muslos.
4.- El Pescado: boca abajo, se pegan las piernas y los pies en punta, después se levanta la pelvis del suelo y se colocan las manos en las nalgas. A continuación, se respira inhalando mientras se eleva el torso y se presiona sobre los codos. Se exhala y se baja la cabeza al suelo lentamente con la pelvis elevada. Mientras se mantiene la postura, hay que realizar cinco respiraciones profundas.
5.- El Águila: de pie, tomar aire mientras colocas los brazos a la altura de los hombros. Con las palmas hacia arriba, colocar el brazo izquierdo sobre el derecho de forma que los codos queden uno encima del otro, flexionándolos para que queden uno encima del otro. La pierna izquierda hay que posicionarla por delante de la derecha encima de la rodilla. Hay que realizar cinco respiraciones profundas y después cambiar de lado.
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