En realidad los expertos señalan que el mareo es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Es muy incómodo y lo fundamental es no perder los nervios, sentarse a reposar hasta que desaparezca y acudir al médico para que lo valore y trate adecuadamente si fuera necesario hacerlo.

El mareo asociado a los viajes se presenta en muchas ocasiones a todas las edades y, aunque no se considera una enfermedad grave, debería ser consultada. Muchas otras situaciones generan esa incómoda sensación y es fundamental contar con la valoración médica porque puede ser la manifestación de diferentes problemas: cardíacos, cerebrales, endocrinos, del sistema nervioso central, etc.

Entre las causas más frecuentes, señalaría:

-Anemia. La falta de hierro de los glóbulos rojos impide el transporte de oxígeno a las células del organismo.

-Otitis. Las alteraciones a nivel vestibular, las infecciones, las inflamaciones, etc. afectan al sistema de equilibrio.

-Problemas cardíacos que impiden la circulación adecuada de la sangre y su llegada al cerebro.

-Levantarse bruscamente.

-Permanecer en ambientes calurosos durante mucho tiempo.

-Tensión arterial alterada. Cuando se superan (hipertensión) o están por debajo (hipotensión) de los valores normales (8-12).

-Exceso de sal. Si se toman más de 5 gramos al día.

-Tabaco y alcohol, porque obstruyen los vasos sanguíneos.

-Fármacos. Algunos (aerosoles nasales, píldora anticonceptiva y antiinflamatorios) suben la tensión; otros (psicótropos, diuréticos, antiarrítmicos y vasodilatadores), la bajan.

-Sufrir estrés agudo o una emoción muy fuerte.

-Dieta baja en calorías. Tomar menos de 1000 calorías al día puede provocar mareos.

-Deshidratación. Se acompaña de varias alteraciones como tener los labios secos, dolor de cabeza, cansancio, sed, cambios de humor, etc.

Como las causas son tan variadas, las soluciones y prevención también serán muy amplias en función del desencadenante:

-Evitar cambiar de posición con rapidez. Si permaneces mucho tiempo tumbado o sentado, no puedes levantarte inmediatamente. Lo mejor es que varíes la posición en fases: tumbado-sentado-de pie, lentamente para evitar marearte.

-Si tu dieta es muy baja en calorías debes modificarla siguiendo las indicaciones de tu médico. El miedo a engordar puede provocar que elimines nutrientes fundamentales y realices una dieta inadecuada. Equilibra tu ingesta y consume las calorías necesarias para realizar tu actividad diaria sin carencias de ningún tipo.

-Bebe lo suficiente. La deshidratación se produce en circunstancias diversas, no solamente (aunque sea más frecuente) cuando estás sometido a altas temperaturas. Una viriasis, la fiebre, etc. pueden causarla.

-No consumas medicamentos ni suplementos sin control médico. Todos tienen efectos secundarios que afectan a tu salud. Solo debes tomar lo que el especialista te haya indicado.

-Realiza los chequeos oportunos. Un análisis de sangre, tomar la tensión, hacer un electrocardiograma, etc. permiten a tu médico conocer tu estado de salud. Acude a las revisiones pautadas y consulta tus dudas.