Es tiempo de esquí, trineo y, por supuesto, raquetas de nieve, una modalidad, cada día más extendida que, aunque es usada desde casi el inicio de los tiempos, hoy la practicamos como actividad recreativa.
Un paseo con raquetas por un paraje nevado es algo que practicamente todos podemos disfrutar. Una forma de hacer ejercicio en la nieve para todos aquellos que no les gusta o pueden esquiar. Una sensación única y especial Con esta actividad podemos disfrutar de una naturaleza congelada, como si estuvieras dentro de ...
Un paseo con raquetas por un paraje nevado es algo que practicamente todos podemos disfrutar. Una forma de hacer ejercicio en la nieve para todos aquellos que no les gusta o pueden esquiar.
Una sensación única y especial
Con esta actividad podemos disfrutar de una naturaleza congelada, como si estuvieras dentro de una postal. Al ser recorridos donde no hay apenas gente, y las ramas de los árboles o pequeños arbustos se mantienen completamente estáticos, te sientes transportado a un mundo con una belleza de cuento.
¿Qué se necesita?
Unas raquetas de nieve, que se acoplan a las botas. Es un instrumento que reparte el peso corporal y consigue una mayor estabilidad y agarre sobre el terreno nevado. Además es recomendable añadir unos crampones, que son cómo una especie de pinchos que garantizan la sujección al suelo y posibles placas de hielo. Y un piolet, herramienta multifunción indispensable para este tipo de actividades.
Los bastones son una parte imprescindible del equipo ya que nos permiten guardar el equilibrio y ayudarnos en la progresión. Mejor si son telescópicos, es decir que tengan dos o tres tramos, eso nos hará más fácil su transporte y nos permitirá elegir la altura más conveniente para cada ocasión.Todo esto lo puedes comprar si te vas a hacer un ‘experto’ o alquilar directamente a pie de nieve.
Lleva siempre una mochila con capacidad para algo de ropa, agua y comida. Vístete con varias capas y unos buenos guantes, también gafas para el sol. Unas botas, mejor con Gore-Tex y unos buenos calcetines, para tener calientes los pies.
¿Cómo se hace?
No es nada complicado, cualquier persona puede hacerlo, a cualquier edad. Hay que acostumbrarse a andar con unos 'pies' más anchos de lo normal, e intentar no trabarse, levantando los pies un poco más. Las raquetas de hoy en día, llevan fijaciones móviles que permiten al pie trabajar con libertad en las subidas y bloquearlo en las bajadas. También algunas incorporan sistemas de absorción de impactos al andar.
La travesía
Si es la primera vez, conviene que te apuntes a alguna excursión organizada, pero si decides hacerlo por tu cuenta no te olvides de avisar a alguien de la ruta que vas a realizar y la hora de vuelta prevista. Si estás de vacaciones, díselo a alguien del hotel o donde estés alojado. En la montaña hay muchos riesgos, lagos cubiertos, cornisas, aludes, laderas heladas, ríos, etc. Y sobre todo los cambios rápidos del tiempo. La tarde anterior a la travesía es necesario estudiar el mapa de la zona y la predicción meteorológica.
Una buena opción para mantenerse en forma
En 30 minutos puedes gastar unas 250 calorías. Caminar con raquetas es una estupenda manera de fortalecer el cuerpo, particularmente las piernas. Según el terreno y condiciones de la nieve, se trabajan caderas, cuádriceps, glúteos, pantorrillas, abductores y gemelos. Tambien fortalece el tronco por el esfuerzo realizado a la hora de subir cuestas y equilibrarse sobre la nieve.
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