Consulta a tu médico, pues es el único capacitado para diagnosticar y tratar cualquier tipo de alergia que se presente. Puede indicar la realización de pruebas específicas y pautar el tratamiento adecuado que suele incluir corticoides, antihistamínicos y otros fármacos eficaces en este tipo de procesos. No consumas nada que no esté indicado por él.

Algunos especialistas consideran que la utilización de ciertos suplementos puede resultar adecuada y colaborar en la mejoría del paciente. Deben ser pautados por el médico, pues tienen efectos secundarios que pueden afectar a tu salud. No los consumas sin su control. Suelen usarse:

-Magnesio. Considerado el nutriente más importante para combatir los ataques alérgicos, pues relaja los bronquios y reduce la respuesta inflamatoria de las mucosas y de las vías respiratorias.

-Quercetina. Es un bioflavonoide obtenido a partir del trigo sarraceno y las frutas cítricas. Contribuye a estabilizar las membranas de las células productoras de histamina, sustancia causante de las molestias de los alérgicos. Para obtener el máximo beneficio conviene tomar los suplementos de quercitina una o dos semanas antes de que comience la estación del polen y continuar hasta que termine, ya que su efecto es preventivo. Se puede tomar sola 400 mg dos veces al día o combinada con vitamina C u otros bioflavonoides, como rutina o hesperidina.

-Vitamina B6. Se le atribuye un efecto beneficioso sobre las vías respiratorias, disminuye el "ruido" en la respiración y la intensidad y la frecuencia de los ataques bronquíticos o asmáticos. La cantidad indicada sería de 25 mg dos veces al día.

-Vitamina C. Se cree que mejora la resistencia ante los alérgenos, combate la acción de los radicales libres en los pulmones y las vías respiratorias e inhibe el estrechamiento de los bronquios. Suele recomendarse ingerir uno o dos gramos al día como medida preventiva.

-Selenio. Se considera que reduce la producción de leucotrienos, potentes agentes causantes de síntomas alérgicos junto con la histamina.

-Carotenos. De acción similar al selenio, favorecen la integridad de los tejidos del sistema respiratorio, por lo que conviene obtener unas 50.000 U.I. diarias a través de los alimentos zanahorias, frutas rojas y amarillas en general o de suplementos específicos.

También las técnicas de control de estrés están indicadas en los casos en que la ansiedad pueda ser un desencadenante de los síntomas alérgicos. Se cree que altera la digestión porque reduce la secreción de ácido clorhídrico en el estómago e inhibe la actividad de las enzimas digestivas, por lo que las proteínas y otros nutrientes no se descomponen adecuadamente y se convierten en potenciales compuestos alergénicos.