Victoria Carmona
Los niños pueden aprender que las cosas no tienen que tirarse siempre que se rompen o se quedan antiguas. Te contamos cómo aprovechar materiales para fabricar instrumentos musicales.
Fabricar con tus hijos instrumentos musicales con material que pensábamos retirar, pero que puede ser reutilizados es, cuanto menos, una actividad divertida y una forma de enseñarles a respetar y cuidar el medio ambiente. Así mismo, aprender música de pequeño mejora la memoria y el aprendizaje. Suenan las maracas Podéis fabricar unas ...
Fabricar con tus hijos instrumentos musicales con material que pensábamos retirar, pero que puede ser reutilizados es, cuanto menos, una actividad divertida y una forma de enseñarles a respetar y cuidar el medio ambiente. Así mismo, aprender música de pequeño mejora la memoria y el aprendizaje.
Suenan las maracas
Podéis fabricar unas maracas de forma muy sencilla. Solo hay que coger un colador, llenarlo de arroz, unirlo a otro colador para hacer la forma redondeada de este instrumento y pegarlo con celo o con pegamento. Asegúrate de que está bien fijado para que no acabe la casa llena de arroz por todas partes.
Pom, pom, pom
Fabricar un tambor también es muy sencillo. Hay que coger un cubo o maceta sin agujero en el fondo que ya no sirva, cubrimos la parte superior con un plástico grueso y lo estiramos para que quede bien tenso. Una vez hecho esto asegúralo con cinta aislante y podrán decorarlo a su gusto. Cuando encuentres las baquetas apropiadas, estará listo para que empiecen a ser unos pequeños músicos.
Campana sobre campana
Una maceta, una cuerda y una varilla metálica, no hace falta más para fabricar nuestra propia campana. Ata la maceta con una cuerda gruesa y cuélgala boca abajo. La varilla metálica hará de badajo así que únela a la parte de la cuerda que ha quedado dentro de la maceta.
Más instrumentos originales
También se pueden construir unos guantes musicales, pegando unos botones en los dedos, una flauta con un cilindro de papel higiénico, una pandereta con una caja de quesitos, un palo de lluvia con un rollo de cartón de cocina o una guitarra con una caja de pañuelos vacía. Y así un sinfín de posibilidades, todas aquellas que nos permita nuestra imaginación.
Compositores en familia
Y para acabar, ¿qué tal inventarse una canción para interpretar con los instrumentos que acabamos de fabricar? Los niños aprenderán a entrenar la coordinación, el oído y la creatividad, además se quedarán con la lección de que todo puede ser útil y tener una segunda vida.
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