Problemas de tránsito

En vacaciones, cambiar de cuidad, y de baño, puede dar lugar a una tensa relación entre nuestra barriga y el nuevo entorno. Es algo normal y no hay que preocuparse.

15/03/2016

Si tenemos unos hábitos saludables, no hay por qué preocuparse si nos cuesta ir al baño al cambiar nuestro ritmo habitual, algo que probablemente hagamos de cara a las próximas minivacacioes. Sólo es cuestión de darnos tiempo, un par de días, para que nuestro tránsito intestinal tenga la confianza suficiente ...

Si tenemos unos hábitos saludables, no hay por qué preocuparse si nos cuesta ir al baño al cambiar nuestro ritmo habitual, algo que probablemente hagamos de cara a las próximas minivacacioes. Sólo es cuestión de darnos tiempo, un par de días, para que nuestro tránsito intestinal tenga la confianza suficiente para adaptarse al nuevo lugar.

Dedica un espacio y un momento todos los días para acudir al baño. Verás como si no es en la primera cita, antes de la cuarta ya habrás conseguido sacar una sonrisa a tu barriga.

Piensa en positivo. Visualiza el buen funcionamiento del organismo a la hora de la eliminación de los alimentos, es algo natural. Piensa que tu cuerpo trabaja, procesa y se deshace de los productos ‘tóxicos’ de manera confortable. Al centrar la atención en aquella experiencia que queremos obtener, el subconsciente comienza a dar órdenes al cuerpo para que, en la medida de lo posible, ese deseo se transforme en algo real, de modo que lo que hay que hacer es imaginar la experiencia de tener una total regularidad en el organismo.

Practica los siguientes ejercicios
• Una hora antes de ir al aseo, haz ejercicios de respiración, inspira  y espira lentamente. De esta manera oxigenas todos los tejidos y órganos del cuerpo, facilitando el buen funcionamiento de cada uno de ellos, incluido el intestino.
• Antes de ir al aseo estimula al intestino. Salta a la comba (si no dispones de cuerda, da botes en el suelo). Mueve las caderas enérgicamente y muy rápido de lado a lado, ayúdate a equilibrarte poniendo los brazos a la altura del pecho y da puñetazos muy cortos al aire todo lo deprisa que puedas.
• Apóyate sobre una mesa con las manos y, sin despegar la punta de los pies del suelo, eleva y baja los talones, como si tuvieras un resorte, a toda velocidad.
• De pie, inclina la espalda levemente hacia atrás, nota cómo ejercitas los abdominales. Repite este movimiento varias veces, la presión de los abdominales sobre el intestino lo estimulará.

Es bueno acostumbrarse a tomar infusiones de plantas medicinales digestivas después de las comidas, como la manzanilla, el poleo-menta, el condurango o el anís verde, en sustitución de otras bebidas excitantes. Si llevas más de dos días sin ir al baño, puedes probar una infusión de Cáscara Sagrada que, a las dosis aconsejadas, ejerce una acción estimulante sobre el intestino y acelera el tránsito. Otras plantas similares y de probados resultados pueden ser las hojas de sen, corteza de frangula, semillas de lino…

Ya lo sabes: relájate, ejercita el intestino, mira al baño como a un amigo y acude a tu cita como de costumbre aunque estés en otro lugar. Y recuerda, es muy importante la ingesta de agua y una alimentación rica en fibra.

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