Claves para que tu bebé duerma bien
SONIA BAÑOS
Una de las mayores preocupaciones de cualquier madre es conseguir que su pequeño duerma bien. Entender cómo funciona el sueño del niño permite a los padres ayudarles para que consigan hábitos regulares que le ayuden a conciliar el sueño y como consecuencia a crecer sanos y fuertes.
07/04/2016
No siempre resulta fácil que el bebé concilie el sueño y lo haga de manera tranquila y relajada. Hoy en esvivir.com intentaremos aclararte dudas sobre el sueño del bebé. El sueño es una parte más del ritmo biológico de un bebé, imprescindible para crecer de una manera sana y equilibrada. Mientras ...
No siempre resulta fácil que el bebé concilie el sueño y lo haga de manera tranquila y relajada. Hoy en esvivir.com intentaremos aclararte dudas sobre el sueño del bebé.
El sueño es una parte más del ritmo biológico de un bebé, imprescindible para crecer de una manera sana y equilibrada. Mientras tu pequeño duerme segrega la hormona de crecimiento y se refuerza su sistema inmunitario. De ahí la importancia de un sueño reparador.
El ritmo de sueño del bebé
Las horas de sueño de un bebé van cambiado a medida que va creciendo. Por ejemplo, un recién nacido debería dormir entre 16 y 20 horas al día, a partir de las 3 semanas de 16 a 18 horas y a las 6 semanas, entre 15 y 16 horas. A medida que vaya haciéndose mayor, notarás cómo el sueño de tu hijo va evolucionando hasta adaptarse a los patrones de sueño de los adultos. De forma paulatina tu hijo aprenderá a identificar el día de la noche, sabiendo cúando es el momento de dormir y cuándo no.
Cómo conseguir un sueño reparador
A la hora de ir a dormir, es importante que tu bebé esté lo más tranquilo y relajado posible. Por ello, debes recurrir a hábitos regulares que le calmen y tranquilicen, dándole confianza para que aprenda que no hay nada que temer cuando se vaya a dormir. Es básico un buen baño diario y un masaje reparador antes de la última toma para preparar el momento de irse a la cuna. La forma ideal de colocarlo es de lado, evitando así posibles atragantamientos. Pon un cojín o una toalla doblada detrás de su espalda para evitar que se dé la vuelta. Los mimos y las caricias son importantes para ayudarles a relajarse, aunque poco a poco deben aprender a domirse solos e ir reduciendo su dependencia de los padres.
Si le das el pecho a tu bebé y para ti es más cómodo practicar el colecho, hazlo sin ningún tipo de reparo, ya que os beneficiará a los dos: tú estarás mucho más tranquila y relajada y tú bebé lo notará.
¿Duerme tu pequeño las horas que debería? ¿Consigue dormirse solo o necesita de tu compañía para hacerlo? ¿Te ha costado adaptarte a su ritmo?
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