Ya es primavera y es tiempo de lucir tu vestuario estival con colores alegres, estampados llenos de flores y tejidos frescos. Tanto igual sucede con la decoración interior. Da a tu hogar un aire primaveral y recibe a la nueva estación con una sonrisa. No se trata de llenar de color todas las estancias de tu casa, pero sí de aportarles un toque fresco, dejando los colores grises a un lado, así como las alfombras cálidas y los tejidos más pesados que solo tienen cabida en invierno.

Durante los meses más fríos nos quedamos apalancados en el sofá envueltos en una manta de pelo, y quien posee una casa rural se queda las horas muertas sentado frente al fuego de la chimenea. Por fin ha llegado el momento de salir fuera y aprovechar el buen tiempo para sentarnos en nuestra terraza o jardín. Llena este espacio exterior de plantas alegres como rosas o petunias, y decora con ellas parte de tu comedor o dormitorio. Si no te gusta la idea de llenar tus jarrones con flores naturales, cómpralas artificiales. Esto te dará energía y optimismo para empezar cada día con buen pie.

Accede a los tejidos más ligeros y frescos de la temporada, e introdúcelos en pequeñas dosis para que no tengas que cambiar toda la decoración. Pequeños toques primaverales serán suficientes, tal vez unas cortinas nuevas, un edredón alegre o un par de cojines estivales. Las fibras naturales también se llevan en primavera y con ellas podrás adornar cualquier rincón vacío de tu hogar.  Una silla de mimbre o una alfombra de yute pueden ser dos magníficas opciones.

Los colores vivos dan calidez a cualquier estancia. Se llevan los colores de la naturaleza como el verde, el azul o el amarillo, colores que podrás incluir fácilmente en algún adorno, planta o tela. Atrévete a llenar de vivacidad tus habitaciones y mézclalas con el blanco, el color más luminoso de la paleta, y otras tonalidades neutras.  

Los estampados de flores custodian los hogares más primaverales. Puedes acceder a ellos a través de las telas de tus sofás, cojines, papel de pared o incluso puede formar parte de tu vajilla. Tú decides cómo incluirlos para dar un toque de luz y vitalidad a tu vivienda, aunque no debes utilizarlos en demasía para no recargar demasiado las estancias.

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