Puede definirse como el ascenso hacia el tórax de una parte del estómago a través de la abertura del diafragma (llamada hiato) originando así la más frecuente de las patologías, que se denomina hernia por deslizamiento. Existen otras posibilidades cuya frecuencia de aparición es menor.

Las causas del debilitamiento del diafragma que favorece la aparición de la hernia de hiato son variadas y destacaría que puede deberse a un defecto congénito, la tos crónica, el estrés, el consumo de tabaco, el estreñimiento, la obesidad, etc. También ciertas cirugías abdominales, especialmente del estómago, pueden causar su aparición.

Debe ser diagnosticada por el médico, pues puede ser confundida con otras alteraciones digestivas que deben ser descartadas para establecer el tratamiento adecuado. Aunque la mayoría de los pacientes no presenta síntomas, los más frecuentes suelen ser: reflujo, ardor, molestias o dolor en el pecho, dificultades respiratorias, palpitaciones, calambres al tragar la comida, eructos, etc. El tratamiento depende del estado del paciente: puede ser necesario administrar fármacos para controlar el reflujo, modificar la dieta, cambiar hábitos insanos, etc.

El mayor problema asociado es que se produzca el estrangulamiento de la hernia que constituye una urgencia médica que debe ser tratada como tal. Normalmente requiere cirugía inmediata, por lo que el paciente debe acudir al servicio de urgencias si percibe cualquier síntoma anormal que no reconozca como habitual en el cuadro que estaba padeciendo.

Las indicaciones más frecuentes para mejorar los síntomas que acompañan a la hernia de hiato serían: -No acostarse hasta que hayan pasado un mínimo de dos horas tras la comida.

-Dormir con la parte superior del cuerpo elevada y sobre el lado izquierdo del cuerpo. No es suficiente utilizar almohadas; es recomendable subir la cama para que se levante todo el tronco.

-Dejar de fumar, pues resulta muy irritante.

-Practicar ejercicio físico suave (evitando agacharse) durante unos 30 minutos al día.

-Evitar alimentos irritantes para el esófago como el chocolate, el café, las especias picantes, el alcohol, etc.

-Controlar el exceso de grasas presentes en quesos curados, tocino, chistorra, salsas, etc.

-Consumir alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.

-Realizar comidas frecuentes y ligeras (una manzana, 3 nueces, un yogur desnatado, etc.) para evitar comer excesivamente en las comidas principales.

-Evitar las comidas copiosas, picantes y grasas porque su digestión es más complicada y generan dificultades.

-Reducir el exceso de peso. Acude a tu médico para que te indique si estás en situación de sobrepeso u obesidad. No hagas dieta sin su control.

-Seguir un tratamiento farmacológico pautado por el médico y evitar la automedicación.