Carmen Reija
Su nombre científico es Chenopodium quinoa y se cultiva principalmente en la cordillera de los Andes, aunque se ha ido extendiendo por otras localidades debido a la gran demanda generada por el mercado internacional. Se ha convertido en uno de los “superalimentos” de moda, pues es un pseudocereal que no contiene gluten y al que se le atribuyen muchas propiedades interesantes y saludables. Puedes consumirla de maneras muy diferentes y a cualquier hora del día. Pero no pienses que es mágica y va a resolver todos tus problemas.
Botánicamente es una semilla que puede consumirse como si fuera un cereal (de ahí su denominación como pseudocereal) ya que presenta propiedades comunes a los alimentos incluidos en este grupo. Destacaría que: -Contiene proteínas (unos 16 gramos por cada 100) y aminoácidos esenciales. La presencia de estos nutrientes favorece la ...
Botánicamente es una semilla que puede consumirse como si fuera un cereal (de ahí su denominación como pseudocereal) ya que presenta propiedades comunes a los alimentos incluidos en este grupo. Destacaría que:
-Contiene proteínas (unos 16 gramos por cada 100) y aminoácidos esenciales. La presencia de estos nutrientes favorece la pérdida de peso y el mantenimiento del tono muscular.
-Es rica en minerales (potasio, magnesio, calcio, zinc, etc.). Destacaría la presencia de hierro, elemento fundamental para evitar la anemia y que, al formar parte de la quinoa, resulta muy sencillo de integrar en tu dieta.
-Tiene vitaminas (C, E y del grupo B). Imprescindibles para la realización de las funciones vitales del organismo de manera correcta, como antioxidantes, etc.
-Presenta fibra. Elemento que favorece el tránsito intestinal y evita el estreñimiento.
-Contiene grasas saludables como los ácidos omega 3 y omega 6. Se considera una fuente esencial de estos elementos perteneciente al mundo vegetal.
-Tiene hidratos de carbono complejos. Compuestos que actúan como fuente de energía y nos mantienen “saciados” durante más tiempo porque se metabolizan con mayor lentitud.
Para usarla en la cocina, lo primero es lavar las semillas frotándolas con las manos bajo el agua (así lograrás eliminar las saponinas que las cubren y, que si no son excluidas, le darían un sabor amargo y desagradable al plato). No debe mantenerse en remojo, simplemente dejar correr agua sobre ella utilizando un tamiz para que no se nos caigan los granos (pues son de pequeño tamaño). Se cuece durante 15 ó 20 minutos en agua (con o sin sal) hasta que se abra la semilla. Al acabar la cocción, debes colarla y quedará lista para ser usada directamente o en la elaboración de diferentes platos. Puedes guardarla (una vez fría) en la nevera, en un recipiente hermético durante unos días si has preparado demasiada cantidad.
Su consumo es sencillo, ya que puedes añadirla directamente (a un yogur, por ejemplo) o utilizarla en diferentes recetas muy fáciles. Te proponemos: preparar un pastel, rellenar vegetales (pimientos, tomates, etc.), añadir a las ensaladas, como guarnición (de carnes o pescados, por ejemplo), elaborar tortitas o hamburguesas, para rebozar alimentos, etc. Elabora una sencilla y saludable ensalada añadiendo los ingredientes que tú prefieras. Una idea sería: tras cocer y enfriar la quinoa, añadir tomate, pimiento verde, lechuga, cebolla y ajo cortados según las preferencias del cocinero y los comensales. Aliñar con zumo de limón, aceite de oliva virgen, orégano, perejil y sal. Servir fresca.
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