Carmen Reija
Su sabor amargo provoca que resulte más agradable comerlo cocinado, aunque si lo quieres en ensalada, puedes optar por variedades dulces. Se presta a ser preparado cocido, en papillote, frito, etc. Cocido al dente con aceite de oliva virgen y especias (comino, pimienta, etc.) resulta perfecta para reducir las aparición de gases asociada a su consumo. Puedes elaborar un zumo con apio y manzana (utiliza un extractor en vez de la licuadora para que no pierda vitaminas).
Su nombre científico es Brassica oleracea var. sabellica y es originaria de Asia, aunque ya se cultiva en muchas zonas del mundo debido a su interés comercial. Es una planta de unos 40 cm. de altura de la que existen diferentes variedades entre las que destacaría: la de hoja rizada, ...
Su nombre científico es Brassica oleracea var. sabellica y es originaria de Asia, aunque ya se cultiva en muchas zonas del mundo debido a su interés comercial. Es una planta de unos 40 cm. de altura de la que existen diferentes variedades entre las que destacaría: la de hoja rizada, la de hoja lisa, la roja, la dinosaurio, etc. Se recolecta en los meses fríos, por lo que es el mejor momento para consumirla.
A nivel nutricional destacaría que 100 gramos aportan aproximadamente 40 calorías. Contiene una baja proporción de grasas e hidratos de carbono. Presenta minerales (potasio, hierro, calcio, magnesio, etc.), vitaminas (C, K, B6 y especialmente destacable la proporción de la provitamina A), antioxidantes (betacarotenos, flavonoides y polifenoles), fibra, etc.
Debemos señalar que contiene isoticianatos que podrían afectar al funcionamiento del tiroides y son degradados por el calor. Precaución si tomas anticoagulantes porque presenta vitamina K y puede interferir en el tratamiento.
Elige la que sea fresca, con el tallo firme y con las hojas pequeñas y de color verde intenso para que resulten más tiernas y sabrosas. Puedes guardarla en la nevera dentro de una bolsa unos días. Cuando la vayas a utilizar, lávala bien y elimina los tallos porque resultan duros e indigestos.
Se le atribuyen diferentes propiedades:
-Estimula el sistema inmunitario. Contiene vitaminas (C y provitamina A, especialmente) y minerales (hierro y calcio en altas proporciones) que favorecen el funcionamiento de las defensas de nuestro organismo.
-Depura el organismo. Rica en fibra y agua estimula la expulsión de toxinas.
-Actúa como antioxidante. Presenta compuestos antioxidantes que facilitan la eliminación de radicales libres.
-Fuente vegetal de hierro, previene y mejora la anemia asociada al déficit de este mineral.
-La presencia de luteína y zeaxantina ayuda a mantener en estado óptimo nuestra visión y prevenir la aparición de enfermedades a nivel ocular.
-Mejora los huesos. El calcio favorece el desarrollo y mantenimiento de nuestra estructura ósea y prevenir la aparición de osteoporosis.
-Protege la piel. La presencia de vitaminas (provitamina A y C) mejora la producción de colágeno asociado a la elasticidad de la piel y reduce la inflamación propia del acné.
Te proponemos variadas y sencillas recetas que te ayudarán a incluirla en tu menú diario:
-Zumo de kale, naranja y piña. Combina con todo lo que quieras: manzana, apio, tomate, zanahoria, etc. Elige los vegetales que más te gusten.
-Pizza con kale y atún. Compra la base, cúbrela con tomate y queso, coloca encima el atún, el kale y orégano. Hornéala.
-Ensalada de col rizada (cruda o cocida) con salmón y tomate.
-Menestra de kale con zanahorias y guisantes. Cuece los vegetales en agua con sal. Respeta los tiempos de cada uno.
-Col cocida con patatas y aliñada con aceite de oliva virgen.
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