Mi amigo se ha comprado unas K-Swiss Kwicky Blade-Light N, unas comodísimas zapatillas de 250 gramos con una excelente amortiguación que le harán volar sobre el asfalto.  La indumentaria y los accesorios que le acompañarán durante los 42.195 metros también los tiene decididos: Mallas Asics de  tejido transpirable con tecnología Core Balance, camiseta técnica con costuras planas y media cremallera para facilitar la ventilación, gorra ergonómica resistente al agua y gafas de sol ultra-ligeras.

En cuanto a la alimentación, ya lleva dos meses siguiendo una dieta especial para runners: carbohidratos para conseguir reponer el glucógeno muscular que pierde en los entrenamientos,  proteínas después del esfuerzo, vitaminas B, implicadas en el metabolismo, vitaminas antioxidantes como la A, C y E, o minerales como el hierro son parte de su dieta diaria.

Tampoco ha dejado de lado la parte psicológica. Está leyendo el libro De qué hablo cuando hablo de correr -Haruki Murakami – y además, todos los días dedica unos minutos a hacer ejercicios de relajación y concentración que le permitirán sobreponerse a los peores momentos de fatiga y al tan temido muro.

Me contaba todo su plan de preparación con una expresión mezcla de orgullo, compromiso y responsabilidad. Entonces le pregunté cuántas horas dedica a entrenar a la semana y, para mi sorpresa, me contestó que como mucho sale a correr un par de veces, unos 90 minutos en total. No voy a ser yo quien diga que la indumentaria, la alimentación o la motivación no tienen importancia porque la tienen, y mucha. Digamos que serían la guinda del pastel, el remate final a tu preparación…pero si de verdad quieres entrenar para una carrera, corre.

Si dispones del mejor calzado, la ropa más técnica y cómoda, has seguido una dieta específica y te sabes de memoria todos los consejos de Haruki Murakami,  pero no has entrenado, difícilmente podrás acabar la prueba. Por contra, si has entrenado duro, podrás completar los 42 km que te separan de tu objetivo incluso con las peores zapatillas del mercado, con una camiseta de manga corta y con una alimentación simplemente sana y equilibrada.  Desde que correr se ha puesto de modo, cada vez son más los elementos que se tienen en cuenta, pero a veces esos elementos desplazan nuestra atención de lo principal, que no es otra cosa que hacer kilómetros.

Así que, si tú también estás en plena preparación para un maratón, hazte con calzado y ropa de calidad y que te resulten cómodos, prepara tu mente y aliméntate tan bien como puedas, pero no olvides lo más importante, el entrenamiento. Recuerda, el día de la prueba Haruki Murakami no va a correr por ti.