Las causas de su aparición son variadas y podemos incluir: presión de la ropa muy ajustada en el abdomen, embarazo, obesidad, exceso de comida ingerida, consumo elevado de alcohol, ciertos medicamentos, saltarse alguna comida, etc.

Se debería evitar la ingesta de algunos nutrientes que pueden relajar el esfínter esofágico inferior y favorecen la acidez. Destacaríamos: cafeína, chocolate, alcohol, menta, ajo, cebolla, especias (pimienta, mostaza, etc.), comidas grasas (fritos, rebozados, empanados, etc.), salsas, alimentos con fibra (legumbres, ciertas verduras, frutas con piel, etc.), alimentos integrales, bebidas con gas, etc.

Modificar ciertas actitudes y adoptar hábitos saludables podría mejorar el problema. Te proponemos:

-Dejar de fumar. El tabaco reduce la producción de saliva y provoca la relajación del esfínter.

-No hacer ejercicio ni agacharse inmediatamente después de comer. -Evitar la siesta tras la comida, esperar dos horas o hacerla sin tumbarse.

-Planificar una dieta equilibrada incluyendo pequeñas comidas repartidas en 5 tomas.

-Dormir con el cabecero elevado para mejorar la respiración y evitar el ascenso de los ácidos estomacales.

-Evitar el consumo de alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes.

-Masticar chicle tras las comidas para incrementar la salivación.

-Reducir el exceso de peso que provoca presión en el esófago.

-Utilizar ropa poco ajustada.

Algunos remedios naturales pueden ayudarte:

-Aloe vera. Se recomienda beberlo media hora antes de las comidas, pues forma una película protectora que evita el ardor. Resulta un poco laxante.

-Avena. Reduce la acidez. Puedes tomar unos copos de avena mezclados con agua abundante para que se hidraten adecuadamente.

-Bicarbonato sódico. Favorece el control de la acidez a través de la regulación del pH. Se tomaría una cucharadita disuelta en un vaso de agua. Evitarlo si padeces hipertensión o retención de líquidos.

-Jengibre. La raíz reduce la sensación de ardor. Puedes consumirla directamente añadiéndola a diferentes recetas o tomarla en infusión.

-Manzana. Contiene ácido málico que favorece la digestibilidad de los alimentos y reduce el ardor. Lo mejor es comerla directamente al natural.

-Manzanilla. Facilita la digestión y reduce el riesgo de ardor de estómago y reflujo porque ayuda a neutralizar el pH ácido estomacal. Una infusión antes o después de la comida resulta muy adecuada.

-Papaya. Sus componentes naturales estimulan la digestión y previenen los síntomas asociados al ardor. Puedes comerla de postre o beber el jugo simplemente después de comer.

-Perejil. Mejora la digestión. Lo mejor es que lo añadas fresco a tus comidas, pero también puedes utilizarlo en infusión.

-Plátano. Genera una película protectora. Puedes comerlo directamente o esmagado con un tenedor.

-Vinagre de manzana. Favorece el control del pH estomacal si se consume en pequeñas cantidades después de las comidas.