Los expertos señalan que el mareo es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Son muchas las situaciones en las que puede presentarse, desde un viaje de placer hasta una reunión de trabajo con estrés, cubriendo todo el abanico de posibilidades y puede ser la manifestación de diferentes problemas: cardíacos, cerebrales, endocrinos, del sistema nervioso central, etc. Es muy incómodo y lo fundamental es no perder los nervios, sentarse a reposar hasta que desaparezca y acudir al médico para que lo valore y paute el tratamiento adecuado.

Las causas son muy variadas, siendo las más frecuentes, la anemia (falta de hierro de los glóbulos rojos que impide el transporte de oxígeno a las células del organismo), la otitis (que provoca alteraciones que afectan al sistema de equilibrio), los problemas cardíacos, la postura, el ambiente caluroso, las variaciones de la tensión arterial alterada (por encima o por debajo de los valores normales), el consumo de tabaco y alcohol, el uso de ciertos fármacos (aerosoles nasales, píldora anticonceptiva, antiinflamatorios, psicótropos, diuréticos, antiarrítmicos o vasodilatadores), sufrir estrés agudo o una emoción muy fuerte, las dietas bajas en calorías, la deshidratación, etc.

Como las causas son tan variadas, las soluciones y prevención también lo serán atendiendo al factor desencadenante:

-Haz ejercicio sin forzarte porque puedes provocar rigidez en las articulaciones y los músculos, lo que empeorará la situación. Resultan muy adecuados el Pilates o el tai chi.

-Evita cambiar de posición con rapidez. Si permaneces mucho tiempo tumbado o sentado, no puedes levantarte inmediatamente. Lo mejor es que varíes la posición en fases: tumbado-sentado-de pie, lentamente para evitar marearte. No te sientes sobre las piernas ni las cruces cuando estés sentado.

-Cuida tu vista. Realiza las revisiones indicadas por el especialista y protege tus ojos de las radiaciones ultravioleta en verano e invierno. Instala en tu casa luces de baja intensidad para evitar deslumbramientos que pueden provocarte caídas.

-Trata adecuadamente los resfriados. Cualquier taponamiento del oído puede desencadenar el proceso.

-Si tu dieta es muy baja en calorías debes modificarla siguiendo las indicaciones de tu médico. Equilibra tu ingesta y consume las calorías necesarias para realizar tu actividad diaria sin carencias de ningún tipo. Reduce, concretamente, el consumo de sodio, bebidas ricas en cafeína y comidas que contengan glutamato monosódico.

-Bebe lo suficiente. La deshidratación se produce en circunstancias diversas, no solamente (aunque sea más frecuente) cuando estás sometido a altas temperaturas. Una viriasis, la fiebre, etc. pueden causarla.

-No consumas medicamentos ni suplementos sin control médico. Todos tienen efectos secundarios que afectan a tu salud. Solo debes tomar lo que el especialista te haya indicado.

-Realiza los chequeos oportunos. Un análisis de sangre, controlar la tensión, hacer un electrocardiograma, etc. permiten a tu médico conocer tu estado de salud. Acude a las revisiones pautadas y consulta tus dudas.