Incluir cinco raciones de fruta al día, especialmente las ricas en vitamina C como los cítricos y verduras crudas y cocinadas (brécol, tomate o pimiento), vitamina E (aguacates, carne o marisco), carotenos (zanahoria, salmón o mango), flavonoides (arándanos, té verde, chocolate negro o fresas), vitamina B 1 (levadura, leche o frutos secos), ácidos grasos omega 3 (pescado azul) que actúan en todo el organismo pero resultan especialmente eficaces a nivel de nuestra visión.

Deberíamos evitar el consumo excesivo de carbohidratos, harinas refinadas, azúcares y grasas saturadas, pues se relacionan con el envejecimiento ocular prematuro y la generación de cataratas. Puedes sustituirlos por sus homólogos integrales que mantienen las propiedades nutricionales interesantes para nuestro organismo.

Para prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad como la DMAE, síndrome de ojo seco, cataratas, visión nocturna, pérdida de agudeza, etc. debemos seguir unos hábitos saludables e incluir en nuestra dieta:

-Verduras de hoja verde (espinacas, coles, lechuga, etc.) con carotenoides que protegen la retina y refuerzan la agudeza visual.

-Pescado (sardina, salmón, caballa, atún, etc.), con ácidos omega 3 que ayudan a proteger al ojo de la DMAE y del ojo seco.

-Brócoli, con carotenoides y vitamina C que forman una sinergia estupenda para cuidar nuestros ojos.

-Huevos, con proteínas que evitan los daños a nivel del nervio óptico.

-Gérmen de trigo, fuente de vitamina E que protege los ojos de la acción de los radicales libres, evitando la oxidación celular.

-Chocolate (con un 70% o más de cacao) que contiene flavonoides que favorecen el correcto funcionamiento de tus ojos.

-Frutos secos (almendras, avellanas, pipas de girasol, etc.) son fuente de vitamina E.

-Legumbres (garbanzos, lentejas, etc.) son fuente de zinc que libera vitamina A del hígado y ésta actúa protegiendo la retina.

Los últimos estudios revelan que mejorar tu dieta diaria resultaría una medida eficaz como coadyuvante en el tratamiento del ojo seco y se recomienda el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 (presentes en pescados azules y los de aguas frías, vegetales de hoja verde, semillas, etc.).

Te proponemos un menú saludable: zumo de zanahoria y piña, leche desnatada y tostadas integrales con aceite de oliva y tomate (desayuno); dos nueces y un kiwi (media mañana); ensalada con aguacate, lechuga y tomate y salmón a la plancha (comida); yogur desnatado de mango y té verde (media tarde); revuelto de ajetes y jamón y fresas (cena).

Comer de manera saludable, evitar los ácidos grasos trans, reducir las calorías ingeridas, cuidar las posturas (ante la tele, el ordenador, etc.), realizar las revisiones periódicas adecuadas, evitar el uso de gafas no homologadas, acudir con los niños a revisión y observar su comportamiento visual, trabajar correctamente ante el ordenador, etc. ayudarán a mejorar tu salud visyal. Consulta a tu médico.