Son numerosas las ideas que nos han inculcado de manera tradicional y que se han demostrado eficaces en muchas ocasiones. No debemos considerarlas la solución a todos los problemas, pero sí podríamos pensar en ellas como una opción interesante para mejorar ciertas situaciones banales. Destacaría entre las más conocidas que:

-La piña natural es útil para evitar la formación de gases. Contiene enzimas proteolíticas que digieren las proteínas de los alimentos y favorecen la expulsión de las bacterias causantes de la putrefacción intestinal.

-La cerveza puede aclarar y dar brillo al pelo. Se utiliza específicamente la variedad sin alcohol y se aplica tras el lavado habitual con los productos que utilices normalmente. Puedes dejarla actuar unos minutos y aclarar finalmente con abundante agua.

-El ajo mejora el resfriado. Contiene alicina, un compuesto que favorece la limpieza de las mucosas de la nariz, la garganta y los pulmones. Se consume directamente, en crudo, para aprovechar todas sus propiedades. Otra opción es la de utilizar cápsulas de ajo a la venta en puntos concretos (farmacias, parafarmacias, etc.) y cuya pauta depende del laboratorio que las ha elaborado.

-La lechuga te ayuda a relajarte. La manera más fácil de integrarla es preparando una ensalada, pero no solo es eficaz si la comes directamente; también la infusión resulta muy útil para reducir el nerviosismo y favorecer el descanso.

-Las infusiones de laurel son útiles para reducir los gases. Puedes prepararla para beberla después de comer o utilizar las hojas directamente en la elaboración de la comida añadiendo algunas al agua de cocción de las verduras, el pescado, el marisco, etc.

-La cebolla cortada ayuda a reducir la tos. Se coloca en un bol al lado de la cama y los vapores que emana permitirán que se humedezca el ambiente reduciendo ese picor de garganta que suele ser la causa de la tos.

-La infusión de ortiga. Se le atribuyen numerosas propiedades y se considera que es útil para casi todo (según la tradición popular). Se recomienda especialmente para mejorar los dolores musculares o articulares.

-La patata cruda como calmante de la piel. Se recomienda cortar una rodaja fina y aplicarla sobre la zona a tratar (como por ejemplo una quemadura solar). Es conveniente dejarla actuar unos minutos y retirarla cuando se perciba alivio de la zona tratada.

Seguro que conoces muchos más “remedios” que tu familia o amigos han utilizado habitualmente porque tradicionalmente han resultado eficaces. En principio no presentan contraindicaciones específicas, pero no deben sustituir nunca los tratamientos pautados por tu médico y es importante que lo comentes con él. Acude a su consulta ante cualquier problema de salud y sigue sus indicaciones.