Utilizar agua bien fría puede resultar muy apetecible en verano e incluso beneficios en otras épocas del año, pero hay que tener en cuenta, provoca también la puesta en marcha de determinados sistemas de regulación para mantener la temperatura interna de 37 grados (la idónea para el correcto funcionamiento del organismo), lo que implica un alto gasto de energía que, después, deriva en una mayor sensación de calor.

Beneficios de utilizar agua fría

1.- Ayuda a disminuir la sensación de pesadez o dolor de las extremidades inferiores, sobre todo en aquellas personas que sufren mala circulación, varices o retención de líquidos.

2.- La ducha de agua fría, empezando por los pies e ir ascendiendo hasta la mitad de muslo, activa tanto la circulación sanguínea como la linfática. E incluso hay estudios que demuestran que el agua fría ayuda con la fatiga muscular.

3.- El agua fría ayuda a calmar con rapidez el picor y a disminuir la inflamación de la piel ante urticarias, picaduras de insecto o eccemas. Además, aumenta la elasticidad, mejora el aspecto de la piel y evita el incremento de su temperatura.

4.- Mejora tu salud física al liberar sustancias químicas en el cerebro capaces de aliviar depresiones o mejorar el humor, entre otros efectos.

5.- Ventajas metabólicas: incrementa la tasa metabólica, ya que hacen que el cuerpo tenga que estar constantemente regulando su temperatura, utilizando calorías para ello.

6.- Mayor tolerancia al estrés y mejora del sistema inmunológico.

7.- Aumenta tu energía, sobre todo si la ducha se toma por las mañanas, ya que se activarán todas las terminaciones nerviosas la piel, hace aumentar la frecuencia cardíaca y el nivel de activación de nuestro cuerpo.

Cuidado con el cambio brusco de temperatura

Por otra parte, al mojarnos con agua fría hay que tener cuidado para no sufrir lo que se llama como síncope de hidrocución está provocado por la bajada brusca de la temperatura corporal al meterse en el agua fría. Por ello, una recomendación importante es ir mojándose poco a poco para evitar que la temperatura corporal baje en pocos segundos. El cuerpo debe acostumbrarse a ese contraste de forma paulatina.

Precauciones si

A pesar de las bondades del agua fría, sería conveniente que las personas con enfermedad cardiaca se abstuvieran de ducharse con esta agua, así como quienes tienen la tensión arterial baja o sufren alteraciones en la glándula tiroides, que contribuyen a tener la sensación de frío constante.