Te presentamos un protocolo facial, corporal y emocional que comienza con la elección de un aceite para trabajar cada parte del cuerpo: uno para piernas, otro para abdomen, uno reductor y, finalmente, el reafirmante, que, después, se mezclarán con otros 3 aceites esenciales emocionales a elegir según el estado de ánimo: armonizante (para despertar del ‘bajón’ / evitar la tristeza…), energizante (para aquellos que estén cansados o se cansen con facilidad) y relajante (para paliar el estrés). “Por otro lado, el tratamiento facial sirve para hidratar, relajar y conseguir ese ‘efecto buena cara’ tan deseado”, sentencia Elena Comes, directora de Le Petit Salon.

Al ser un tratamiento que trabaja también a nivel emocional, a través de los sentidos, lo primero de todo es entrar en una fase de relajación total gracias a la introducción a la respiración consciente, que consiste en un ritual de bienvenida con aromaterapia en el que mientras se respira profundamente las esencias se presionan una serie de puntos específicos del cuerpo para ir acercándonos hacia el Nirvana.

Seguidamente, se procede con un masaje en la espalda para seguir relajando al cuerpo a través de los músculos y tejidos de la piel, a la vez que se activa el flujo de energía del organismo. Con el cuerpo y la mente totalmente relajados, se empieza con el tratamiento corporal, realizando una serie de maniobras en unos puntos específicos. Primero, en las piernas, se aplica el aceite reductor a través de presiones relajantes en las plantas de los pies, estiramientos a lo largo de las piernas, drenajes y lisajes profundos en piernas y rodillas, ventosas manuales en los muslos y, finalmente, de nuevo, presiones relajantes en las plantas de los pies.

Luego, se procede con el aceite que evitará y difuminará la hinchazón del abdomen junto con el reafirmante: primero se realizan una serie de respiraciones para relajar la zona y, seguidamente, se aplica el aceite con movimientos lentos para, posteriormente, realizar lisajes y drenajes profundos con ambas manos para moldear la figura.

A continuación se realiza el tratamiento facial que comienza con un desmaquillado para dejar la piel libre de impurezas, en perfectas condiciones para ‘sumergirse’ en el Ritual Oshibori: de origen asiático, para refrescar rostro, manos y cuerpo. “Es un símbolo de bienvenida que invita a disfrutar de un momento especial de relajación y se realiza para finalizar el paso de limpieza profunda”, señala Elena Comes.

En este ritual, se extiende por el rostro una loción relajante y, luego, se con una toalla humedecida en agua caliente, para, posteriormente, realizar 3 puntos de presión que provocan un efecto relax anti-estrés. Finalizado este paso, se retira la toalla y se realizan maniobras faciales también incidiendo en diferentes puntos de la cara para seguir ese camino hacia el Nirvana.

Seguidamente, se realizan dos técnicas específicas inspiradas en la medicina China y en la reflexología. La primera, Aromapressure: un masaje de ‘puntos de presión’ que, en combinación con un sérum purificante reequilibrante, activa los flujos (energéticos y sanguíneos) del rostro. La segunda, Aromadrainage: masaje détox y drenante que, aplicado con una crema descongestiva y regenerante, elimina por completo todas las toxinas del rostro.

Después, se aplica una mascarilla con extractos puros de frutos y flores para activar los mecanismos de hidratación de la piel y así promover una hidratación dérmica intensa, inmediata y duradera. Mientras actúa la mascarilla, se realizan masajes en los brazos y las manos y, pasado el tiempo de actuación, se retira a través de maniobras Oshibori.

El siguiente paso es la aplicación del contorno de ojos y la crema mediante Hydra-Floral, un ritual perfecto para compensar las agresiones externas en el rostro. Aceite de neori y extracto de moringa con los que se libera piel, cuerpo y mente de los efectos de la polución. Como broche de oro, se procede con un Ritual de Finalización que consiste en una serie de masajes por todo el cuerpo mediante movimientos de bombeo y ‘presiones’ que van despertando, poco a poco, a piel, cuerpo y mente.

Resultados. Un tratamiento 100% relajante para desconectar del estrés del día a día y equilibrar cuerpo y mente con un plus: la piel quedará totalmente libre de toxinas y lucirá luminosa y firme. Duración: 90 min. PVP: 110 €.