La Organización Mundial de la Salud considera que existe hipertensión cuando tres medidas distintas realizadas en reposo y en condiciones adecuadas superan los valores 140/90. En el tratamiento, siempre bajo supervisión médica, habría dos partes interrelacionadas: la adopción de un nuevo estilo de vida (normas dietéticas e higiénicas) y la farmacológica (estando la automedicación absolutamente prohibida).

Algunos pacientes recurren a plantas medicinales con capacidad hipotensora para intentar controlarla, pero deben consultar previamente a su médico. Jamás deberían automedicarse porque estos compuestos no siempre son beneficiosos, sobre todo si se administran conjuntamente con fármacos antihipertensivos (el zumo de pomelo o el hipérico, por ejemplo, potencian la actividad antihipertensiva de estos medicamentos). Entre las de uso habitual, destacarían:

Ajo, mejora la circulación sanguínea, lo que se considera coadyuvante en tratamientos de hipertensión arterial. Al natural o en cápsulas.

Canela, se cree que reduce el colesterol y disminuye la presión arterial. Se consume al natural o en infusión. Cuidado en los tratamientos con antiagregantes.

Cola de caballo, diurético muy potente y útil cuando la hipertensión se asocia a la retención de líquidos. Se prepara en infusión con una o dos cucharaditas de hierba seca por taza de agua hirviendo, dejándola reposar media hora antes de beberla y se recomiendan tres tazas al día. También puede consumirse en forma de cápsulas.

Espino blanco, que mejoraría la circulación sanguínea y con ello reduciría la tensión arterial, siendo además un buen sedante del sistema nervioso. La infusión se prepara con una cucharada de flores secas y se beberían tres tazas al día. También se puede tomar en forma de cápsulas.

Melisa, de efecto relajante, se considera adecuada para reducir la hipertensión por estrés y las palpitaciones asociadas. Se recomienda el consumo en forma de infusión. Una combinación relajante incluiría: tila, melisa, valeriana y una cucharadita de miel.

Olivo, a sus hojas se les atribuyen propiedades vasodilatadoras y diuréticas. Se recomienda preparar la infusión con hojas frescas, usando una cucharada de hojas por litro de agua y beber tres veces al día. También se pueden tomar cápsulas. Otra opción sería consumir una cucharadita diaria de aceite de oliva virgen si tu médico lo permite.

Perejil, diurético para eliminar líquidos del cuerpo. Pueden usarse un par de hojas de perejil con jugo de limón y beber un vaso en ayunas.

Valeriana, tranquilizante y sedante del sistema nervioso. Infusión de un puñado de hojas de la planta por taza de agua y beber dos vasos al día. También puedes consumirla en capsulas.

Existen numerosas opciones en el mercado, solas o combinadas, en diferentes formas de administración, pero su consumo debe ser pautado por el médico, ya que su efecto interfiere con el tratamiento farmacológico tradicional. Consulta su utilización y no te automediques.