Inglés, karate, música, informática… La oferta de actividades y horarios es infinita, y el número de niños y niñas que terminan sus obligaciones al final de su horario escolar es cada vez más bajo. En la mayoría de casos, llevar a cabo alguna actividad extraescolar conllevará beneficios para nuestros hijos, puesto que mejorarán sus habilidades sociales y cognitivas, harán nuevos amigos, y la actividad les ayudará, a la vez, a mejorar el rendimiento en la escuela.

Sin embargo, este beneficio podría convertirse en algo negativo cuando estas actividades se amontonan y el añadido de carga lectiva y horaria es motivo de estrés para nuestros hijos, que en muchos casos se ven privados de tiempo libre entre semana a una edad demasiado temprana para ello.

El ritmo de vida de los adultos, motivo de extraescolares

Hoy en día, el ritmo de vida atropellado al que estamos acostumbrados y las largas jornadas laborales nos hacen difícil encontrar tiempo libre y conciliar trabajo y familia. Esto supone que difícilmente vamos a tener tiempo de estar con ellos cuando salgan de la escuela a media tarde.

Las actividades extraescolares se han convertido, de forma peligrosa, en el flotador de los que trabajamos hasta tarde o tenemos horarios poco convencionales. En estos casos, la elección de las extraescolares puede verse influenciada por las necesidades de los padres del niño o la niña, y no por las verdaderas necesidades o aficiones del menor.

Y a la hora de elegir…

Si estás pensando en apuntar a tus hijos a alguna actividad extraescolar, es muy importante que valores cuáles son sus necesidades y sus intereses. Esto último, aunque parece obvio, a menudo no es tenido en cuenta a la hora de tomar la decisión, y los padres nos dejamos llevar por las modas o lo que creemos necesario para el futuro de los pequeños. De ahí que la mayoría de niños y niñas coincidan en academias de inglés o informática.

Aunque es cierto que estas materias son imprescindibles, y que un buen conocimiento de las mismas asegurará a tu hijo un futuro mucho más prometedor, hay que valorar si tienen la edad adecuada para empezar a realizar estas actividades fuera del horario escolar, si disfrutarán haciéndolo y, sobre todo, tener en cuenta la carga horaria que ya tienen en la escuela.

El sexismo sigue estando presente a la hora de elegir las extraescolares

Aunque no debiera ser así, sigue siendo mayoritaria la tendencia de asociar y ligar a los niños a actividades deportivas. Aunque está claro que el deporte será muy beneficioso para tu hijo en muchos aspectos, este estereotipo de género puede afectarles negativamente, puesto que se ven obligados, de alguna manera, a ser mínimamente hábiles o a que les guste nuestro deporte rey: el fútbol. En el caso de las niñas, afortunadamente, se ha extendido notablemente el abanico de actividades que pueden realizar de forma natural.

En cualquier caso, a la hora de elegir las actividades extraescolares, no olvides lo más importante:pregúntales qué les apetece hacer y difícilmente tomarás la decisión equivocada.