No existe coincidencia en que sea una enfermedad, pero lo que sí se sabe es que quienes la sufren están muy preocupados por la calidad de lo que comen y pueden llegar a enfermar si eliminan de su dieta habitual alimentos imprescindibles porque aparecerían carencias nutricionales.

Características

Necesitan conocer el contenido de lo que ingieren, escapando de los compuestos artificiales, los colorantes, conservantes, y todo lo que no sea completamente “natural”. Puede definirse como una obsesión patológica por consumir únicamente productos orgánicos, vegetales, sin grasas, sin aditivos artificiales, etc. y preparados de determinadas maneras. Se diferencia de la anorexia en que en ésta se centran en la cantidad de comida y en la ortorexia en la calidad.

Problemas generados

Entran en una rueda complicada: no comprar nada de lo que no conocen el origen, no acudir a restaurantes, no comer con amigos…y, si se saltan las reglas, se sienten culpables y se ponen a dieta o ayunan completamente. Ahí entra en juego la carga sicológica y la alteración que sufren puede hacer necesaria la intervención de un especialista. Al suprimir las grasas se afecta la absorción de vitaminas liposolubles y ácidos grasos imprescindibles para la vida; si no comen carne, el nivel de hierro cae y aparecen las anemias ferropénicas; si sólo comen vegetales, aparecen carencias de proteínas animales, lo que acaba produciendo problemas nutricionales.

Perfil

Son personas cuyo comportamiento es obsesivo y se han dado casos de quienes han superado una anorexia y, al recuperarse, modifican su dieta incluyendo únicamente alimentos de origen natural, de cultivo ecológico, sin grasas ni aditivos, llegando incluso a cultivar sus propios alimentos.

Puedes reconocerlos porque:

-Padecen una obsesión por comer alimentos sanos

-Tienen comportamientos obsesivos

-Han padecido anorexia o tienen tendencia a ello

-Son absolutamente vegetarianos

-Excluyen alimentos tratados con herbicidas o pesticidas

-Jamás se saltan su dieta

Tratamiento

Para tratarla se debe combinar la terapia psiquiátrica y farmacológica siendo necesario un enfoque multidisciplinar: endocrino, psicólogo, psiquiatra, nutricionista, etc.

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