Victoria Carmona
Tu hijo ha cumplido ya seis meses y le ha llegado el momento de iniciarse en el consumo de alimentos diferentes a la leche. Una importante etapa de transición en el que es mejor informarse de cuáles son las papillas más adecuadas y la forma progresiva de dárselas.
Para ello, hay que tener en cuenta la inmadurez fisiológica y de los órganos internos de nuestro bebé, ya que esto va a condicionar su alimentación que deberá realizarse de forma progresiva. A partir de los seis meses, se debe empezar a introducir otros platos que satisfagan sus necesidades de ...
Para ello, hay que tener en cuenta la inmadurez fisiológica y de los órganos internos de nuestro bebé, ya que esto va a condicionar su alimentación que deberá realizarse de forma progresiva. A partir de los seis meses, se debe empezar a introducir otros platos que satisfagan sus necesidades de energía y nutrientes: es la hora de las papillas.
Primero, los de difícil digestión
Los primeros alimentos a introducir, según los expertos en alimentación infantil, son aquellos que cuesta más digerir, como el hierro. Además, antes del primer año no se debe introducir la leche de vaca, las bebidas vegetales no adaptadas ni tampoco la miel. Por su parte, los cereales que se pueden tomar desde los cuatro meses, tienen que darse sin gluten, con poca azúcar y mezclados con fórmulas de leche acordes a la edad del bebé.
Frutas y verduras, poco a poco
Las mejores piezas son las maduras y dese luego, peladas. Respecto al zumo, se puede ofrecer en pequeñas cantidades, con poco contenido en fructosa, sacarosa o sorbitol. En cuanto a las verduras o tubérculos, hay que empezar con las patatas, el puerro, el calabacín o la zanahoria. Se evitarán, al principio, aquellas que tengan un alto contenido en nitratos por el riesgo de metahemoglobinemia como las espinacas, acelga o remolacha. Así mismo, las legumbres y las cebollas y ajos se deben ir incluyendo en los menús de manera progresiva y en muy pocas cantidades.
Carnes y pescados
La ración recomendada es entre 10 y 20 gramos inicialmente. Ésta debe ser de carne magra sin grasa. Y en cuanto al pescado, los primeros en ofrecer son los blancos y azules; sobre todo peces adultos de pequeño tamaño por la posible toxicidad en mercurio de los pescados grandes. Hay que tener muy en cuenta las mico toxinas, un grupo de sustancias biológicamente activas producidas por diferentes hongos que pueden causar toxicidad que pueden infectar los alimentos en cualquier momento del proceso.
Papillas elaboradas
Si se opta por la compra de platos ya preparados, los padres deben tener en cuenta que no tengan sal o azúcar añadidos, que el etiquetado sea el correcto con todos los ingredientes debidamente relatados y además hay que comprobar el tipo de grasa usado en su elaboración como las trans o los ácidos grasos saturados.
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