El método Pilates, inventado por Joseph Pilates, y que recoge la esencia de las filosofías orientales tales como el yoga o el taichí, se puso de moda hace ya unos años de la mano de reconocidas figuras del cine y la canción estadounidense. Este método es conocido por sus numerosos beneficios mentales y físicos, que se consiguen a través de una rutina de ejercicios, que aportan a nuestro cuerpo flexibilidad, armonía y corrección de la postura corporal, ayudando a prevenir posibles problemas óseos.

Antes de empezar con los ejercicios

Con unas pocas recomendaciones y una buena guía, te resultará muy fácil practicar en tu propia casa los ejercicios que te ayudarán a conseguir una figura moldeada y un cuerpo más sano. Pero antes de empezar, hay que aprender a concentrarse, desconectando de todo tipo de preocupaciones, aprender a respirar con plenitud controlando la inspiración y la expiración y siendo conscientes de este movimiento para oxigenar mejor nuestro cuerpo.

Así mismo es importante, que aprendamos a controlar los músculos con movimientos suaves, lentos, fluidos y regulares, sin sobreesfuerzos ni cansancio. Y centrarnos en la parte del cuerpo que estamos ejercitando en cada momento.

Por otra parte, es muy importante equiparnos con ropa cómoda, tener una colchoneta para apoyar bien nuestra espalada, un cojín que evite dolor en la zona lumbar o en la cervical y una toalla  que usaremos para realizar estiramientos en algunos ejercicios.

Finalmente, hay que buscar el sitio y el momento adecuado para practicar Pilates en casa: un lugar tranquilo y mejor después de comer.

Marca y moldea tu figura

Con los ejercicios adecuados – movimientos laterales- iremos reduciendo esos michelines que no dejan lucir a nuestra cintura.

Moviendo las piernas y elevando las caderas, se modelarán con facilidad la zona de los muslos y glúteos. Otra serie de posturas te ayudarán a lucir una tripa plana con la ayuda de una dieta sana en la que no falte la fibra.

También nos preocupa la flacidez de nuestros brazos, sobre todo, en la parte interna. La práctica del Pilates combina diversos ejercicios de suelo que hacen que nuestra musculatura se refuerce con una serie de flexiones y torsiones del tronco.

No olvidarse de estirar

No podemos dar por finalizada una sesión de Pilates sin haber realizado antes una tabla de estiramientos para relajar cada uno de los músculos de nuestro cuerpo. Con ello, evitaremos los tirones y contracturas después de la actividad física. Además, nos aportará más flexibilidad y agilidad; lo que nos llevará a realizar cada vez con menos dificultad los ejercicios.

Después de los estiramientos, es conveniente dedicar unos minutos a relajarse con una respiración pausada, una luz tenue y una música acorde a las circunstancias.