Faltan pocos días para que conozcamos el nombre del que será el inquilino de la Casa Blanca norteamericana por los próximos cuatro años, y la carrera por ocupar la silla del Despacho Oval no tiene, todavía, un claro vencedor.

Como a cada contienda política en los Estados Unidos, diferentes sectores industriales y lobbies diversos, han mostrado intereses divergentes y, por lo tanto, han apoyado cada uno al candidato que más le conviene. En el caso del sector tecnológico ¿cual han elegido?

Es imposible establecer cuál es el corriente mayoritario entre los trabajadores TI estadounidenses, pero lo que sí nos es posible saber es a cual prefieren las grandes empresas, gracias a sus donaciones. Y la opción elegida, en este caso, es la demócrata Hillary Clinton.

Según una infografía realizada por Statista y basada en datos del sitio web OpenSecrets.org, entre los 20 donantes particulares de mayor entidad a la campaña de Clinton, encontramos seis de las principales majors del panorama tecnológico del país que, en conjunto, han donado poco más de 1,3 millones de dólares a la campaña de la que fuera Secretaria de Estado con Obama.

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La otra cara de la moneda es Donald Trump, el candidato del Partido Republicano, que no recibe un solo céntimo de los grandes actores del Silicon Valley. Las ideas que el excéntrico magnate tiene sobre Internet y las nuevas tecnologías, y que ha expresado más de una vez en público, son la causa de este apoyo masivo del valle del silicio a Clinton.

Trump se ha mostrado favorable a “cerrar ciertas partes de Internet”, lo que traducido a un lenguaje menos tosco que el del candidato republicano, se traduciría en un mayor control de la red, mayores restricciones a los servicios de las empresas norteamericanas, y persecución de ciertos comportamientos online. Las grandes compañías tecnológicas ven en estas medidas un freno a su capacidad de lanzar nuevos productos y servicios al mercado, una área en la que se podrían ver superadas por competidoras de otras partes del mundo.

Los llamamientos a que Apple (y otras empresas del sector) fabriquen sus dispositivos entéramente en los EEUU (ahora buena parte de este proceso tiene lugar en Asia) o el menosprecio mostrado a la ley de neutralidad en la red de Obama, son otros movimientos de Trump que la industria tecnológica ve como claros ataques a su presente y su futuro. De ahí su apoyo abierto y decidido a Clinton.

OpenSecrets.org es una entidad independiente dedicada a investigar de donde viene el dinero que va a parar a las arcas de los políticos, buscando con ello la transparencia en la vida política norteamricana, ya que así los ciudadanos conocen qué grupos pueden influir en el voto de sus representantes.